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Tres estados declaran EMERGENCIA por falta de gasolina en Estados Unidos, tras hackeo

Florida, Virginia y Georgia se sumaron a Carolina del Norte en adoptar medidas de emergencia para actuar frente al cierre del oleoducto Colonial Pipeline.

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Este martes, los estados de Florida, Virginia y Georgia se sumaron a Carolina del Norte en adoptar medidas de emergencia para actuar frente al cierre del oleoducto Colonial Pipeline, el cual provee alrededor del 45% del combustible consumido en la Costa Este. Hoy, es el quinto día de paro tras sufrir un ciberataque el viernes pasado.

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El gobernador de Virginia, Ralph Northam, declaró estado de emergencia este martes por la tarde "para preparar y coordinar” la respuesta del estado mientras el oleoducto reanuda sus operaciones, explicó.

Northam aseguró que las reservas de combustible en Virginia son "suficientes para abordar las preocupaciones de suministro inmediato”, aunque reconoció que un cierre prolongado podría causar interrupciones y subidas de precio.

Por su parte, el gobernador de Georgia, Brian Kemp, también firmó este martes una orden ejecutiva para suspender el impuesto estatal sobre la gasolina y ayudar a los conductores a hacer frente al aumento de precios que han provocado los problemas en la cadena de suministro y el acaparamiento entre los residentes asustados.

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La orden de Kemp también establece mayores límites de peso para los camiones que transportan combustible y prohíbe el aumento excesivo de los costos del combustible.

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El lunes por la noche, el gobernador de Carolina del Norte, Roy Cooper, también declaró el estado de emergencia para suspender temporalmente algunas regulaciones que eviten problemas de suministro.

De acuerdo con cifras de GasBuddy, el 7.6% de las estaciones de servicio en Virginia y el 7.5% en Carolina del Norte no tenían gasolina este martes en la tarde, según las cifras de la aplicación, también se están reportando faltas de combustible en estaciones de servicio de Georgia (5.2%), Florida (2.7%) y Carolina del Sur (2.9%).

Aunque la compañía aseguró que el problema estaría resuelto a finales de esta semana, los residentes de las áreas afectadas han comenzado a comprar más combustible, mientras las autoridades federales advierten que el pánico puede empeorar las cosas.

La demanda de gasolina en Estados Unidos aumentó un 20% el lunes en comparación con la semana anterior, según GasBuddy. Y en solo cinco de los estados que dependen del suministro de Colonial Pipeline (Georgia, Florida, Carolina del Sur, Carolina del Norte y Virginia), la demanda aumentó en un 40.1% como promedio.

La secretaria de Energía de Estados Unidos, , suplicó a los estadounidenses este martes que no monopolicen combustible, mientras las autoridades trabajan para que el oleoducto reanude sus operaciones.

"Permítanme enfatizar que, así como no hubo motivos para, poJennifer Granholmr ejemplo, acaparar papel higiénico al comienzo de la pandemia, no debería haber motivos para acaparar gasolina", dijo Granholm durante una rueda de prensa de la Casa Blanca.

“Especialmente teniendo en cuenta el hecho de que el oleoducto debería estar operando sustancialmente a finales de esta semana y durante el fin de semana".

Los conductores en el sureste, desde Alabama hasta potencialmente el norte de la capital, podrían sufrir graves problemas de suministro de combustible, según analistas, tras el ciberataque.

Colonial Pipeline, que normalmente mueve 2.5 millones de barriles de combustible diarios, incluida la gasolina, el diésel y el combustible para aviones, frenó sus operaciones el viernes, cuando la infraestructura tecnológica de la empresa fue blanco de un ciberataque de ransomware, un programa que restringe el acceso a determinadas partes o archivos del sistema operativo infectado y por el que exigen un pago económico para liberarlos.

Varios analistas señalaron que el problema no es realmente que suba el precio de las gasolineras, sino que disponga de suministro suficiente.

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"No es tanto un problema de precios, incluso para el área afectada. Será un problema de suministro", opinó Patrick DeHaan, jefe de análisis de petróleo de GasBuddy.com.

Andrew Lipow, presidente de Lipow Oil Associates, añadió: "Espero que haya algunos cortes esporádicos, pero serán breves mientras que el oleoducto restablezca las operaciones".

A nivel federal, el gobierno está suspendiendo las regulaciones en caso de emergencia (como lo ha hecho a veces después de grandes huracanes) para facilitar que los camiones transporten combustible a las ciudades más afectadas.

Las ciudades del sur sin litoral, en particular Atlanta, corren el riesgo de quedarse sin combustible, según numerosos analistas de petróleo. El aeropuerto internacional Hartsfield-Jackson de Atlanta es de particular preocupación: se trata del centro principal de la compañía aérea Delta Air Lines y era el más activo del país antes de la pandemia de coronavirus. La fuerte reducción de los viajes aéreos, en particular los viajes de negocios, es un lado positivo en este caso, según un experto.

"Los grandes parques de tanques de los aeropuertos suelen tener un suministro suficiente para cuatro o cinco días, y con la actividad aún estancada, en particular a nivel internacional, que es donde se consume la mayor cantidad de galones por vuelo, probablemente dispongan de suministro para seis o siete días", explicó Robert W. Mann, analista de la industria aeronáutica.

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Restablecer las operaciones del oleoducto para el final de la semana debería ser lo suficientemente pronto para evitar cancelar vuelos, desviar pasajeros y cambiar aviones, opciones que los transportistas probablemente habrían tenido que explorar, según Mann.

La peor respuesta de los ciudadanos, según los profesionales de la industria, sería acumular gasolina, lo que podría exprimir aún más la oferta en el corto plazo y distorsionar el comportamiento de consumo de una manera que podría causar consecuencias no deseadas.

"Es definitivamente una mala situación. El precio se verá afectado, pero no será nada parecido a la cantidad de cortes de suministro que podríamos ver, especialmente si los conductores entran en pánico y acaparan", afirmó DeHaan.

John Hall, presidente de Alfa Energy Group, con sede en Londres, apuntó: "Si la gente comienza a comprar por pánico, los precios podrían subir más por encima del nivel de 3 dólares".

Hay otras formas de llevar combustible a áreas donde el suministro podría estar en riesgo, pero son más lentas, más fragmentadas y más caras.

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