EU alcanzó su mínimo histórico de hospitalizaciones por Covid-19 desde el comienzo de la pandemia

El número de hospitalizaciones por covid-19 en Estados Unidos ha descendido a su nivel más bajo desde que comenzó la pandemia, ofreciendo un alivio muy necesario para el personal sanitario y los pacientes tras el brote de contagios por la variante ómicron.

La cantidad de pacientes hospitalizados con coronavirus ha disminuido más del 90% en más de dos meses, y algunos hospitales pasan días sin recibir un sólo paciente con coronavirus en la unidad de cuidados intensivos por primera vez desde que la pandemia llegó a Estados Unidos en 2020.

Durante la última semana, el promedio de personas hospitalizadas con covid-19 en Estados Unidos se redujo a 11 mil 860, la cifra más baja desde 2020 y que supone un fuerte descenso respecto al máximo de más de 145 mil registrado a mediados de enero. El mínimo anterior fue de 12 mi 41 en junio pasado, antes de que la variante delta se propagara.

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Esta tendencia favorable también se aprecia en el número de pacientes en unidades de cuidados intensivos, el cual ha descendido a menos de 2 mil, según el Departamento de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos.

Alivio y mayores oportunidades para otros enfermos

Con la liberación de camas se prevé que los hospitales estadounidenses puedan retener al personal exhausto, tratar con mayor rapidez a los pacientes que no padecen covid-19 y reducir los elevados costos.

Asimismo, más familiares pueden visitar a sus seres queridos. Y los médicos esperan que las visitas pediátricas, las revisiones anuales y las pruebas de detección del cáncer recuperen su nivel habitual tras un fuerte descenso.

Sin embargo, añadió, la nación "pagó un precio muy alto para llegar a esta etapa... Muchas personas enfermaron y muchas murieron", lamentó.

Aunque las cifras de contagios vayan a la baja, el experto advirtió que la comunidad de salud pública debe permanecer atenta a la subvariante BA.2 del ómicron. Ésta está provocando incrementos en las hospitalizaciones en Gran Bretaña, y ahora se calcula que representa más de la mitad de las infecciones en Estados Unidos.