Luego de que FBI recuperó documentos clasificados como "top secret" de la casa del magnate y expresidente Donald Trump, mediante un boletín emitido en conjunto por el Departamento de Seguridad Nacional y (DHS, por sus siglas en inglés) y el Buró Federal de Investigaciones (FBI) advirtieron sobre aumento de “amenazas violentas” contra las fuerzas del orden público.

Todo esto ocurre en medio de la gran indignación en los círculos conservadores por el allanamiento llevado a cabo por el FBI en la casa del expresidente Donald Trump en Florida.

El DHS ha advertido desde hace un año que las personas usan las ideologías políticas para justificar actos de violencia y, en esta ocasión, reiteró que los extremistas violentos están motivados por percepciones de extralimitación del gobierno y fraude electoral.

En el documento difundido se citan la “amenaza de colocar una supuesta bomba” frente a la sede de el FBI y emitir llamados generales a “una guerra civil y la rebelión armada”.

De igual manera se relata un incidente en el que un hombre armado intentó entrar a la oficina del FBI en Cincinnati y que fue abatido después de una persecución vehicular.

La indignación Republicana

Expertos conservadores, legisladores y reconocidos personajes de extrema derecha, han calificado la investigación contra el expresidente Donald Trump como una amenaza existencial para los Estados Unidos, con términos como "guerra civil" y "tiranía" en la televisión y foros en línea.

Los comentaristas pro-Trump pidieron arrestos masivos, denunciaron al FBI, lamentaron un “día oscuro para nuestra república” y sugirieron que la medida resultaría en violencia política.

Encuestas recientes muestran que un número creciente de estadounidenses piensa que la violencia contra el gobierno de EU puede estar justificada, sobre todo entre ciudadanos de derecha que amplifican la retórica alarmante y agencias de seguridad nacional que advierten que las próximas elecciones intermedias podrían ser un punto álgido para la violencia extremista.

Trump también calificó la búsqueda del FBI como un ataque a todos sus seguidores: “Es importante que sepan que no fue solo mi casa la que fue violada, sino la casa de todos los patriotas estadounidenses”.

Lo cierto es que, a Trump, de 76 años, se le acumulan los enredos con la justicia.

El miércoles, apenas dos días después de la operación del FBI, fue interrogado durante cuatro horas en la oficina de Manhattan por Letitia James, la fiscal general del estado de Nueva York que investiga las prácticas comerciales de Donald Trump.

Además, han autorizado al Congreso de EU ver las declaraciones de impuestos del exmandatario

mva