Recientemente se han difundido impresionantes historias de hombres que lograron desafiar peligros en el mar. Tal es el caso de los pescadores que tuvieron que evadir a un tiburón que brincó directamente del agua a un barco. Ahora ha dado la vuelta al mundo el relato de tres pescadores que estuvieron varados en el mar durante 28 horas en aguas infestadas de tiburones.

Dos de los pescadores rescatados han decidido dar su testimonio, digno de una película, en el que han detallado los obstáculos a los que se enfrentaron en las aguas de Luisinana, New Orleans. Phong Le, Nguyen y Luan Nguyen nunca pensaron que una tarde de pesca se transformaría en una tragedia.

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Los pescadores náufragos ataron dos hieleras para crear un flotador improvisado tras el hundimiento. Eso les hizo estar a la deriva en aguas abiertas del Golfo de México. Según cuentan, eso fue fundamental para sobrevivir porque, para su fortuna, una de las hieleras tenía agua y fruta.

Los hombres pasaron la noche en el mar, y cuando salió el sol, surgió un nuevo peligro. "Fue entonces cuando el tiburón mordió el chaleco salvavidas que tenía delante. Le di un puñetazo en la cara…Tomé mis dos pulgares y lo pinché en los ojos, y se fue", contó Luan Nguyen ante ABC news.

El rescate de la Guarda Costera

Luego de que el tiburón los atacó, Phong Le nadó más de 5 millas para buscar ayuda. Aunque obtuvo la inmediata asistencia, sí consiguió que su celular tuviera señal de nuevo. Apenas con el 2% de batería, le envió su ubicación a un amigo.

Los tres hombres habían estado en el agua desde alrededor de las 10 am del sábado. Los tiburones atacaron el domingo. Dos horas después de que Le mandó su ubicación, la Guardia Costera apareció para socorrerlos.

Cuando los dos hombres fueron sacados del agua, cuatro tiburones de punta negra que medían entre 1,2 y 1,8 metros (4 a 6 pies) de largo los rodeaban y los acosaban, dijo Andrew Stone, un marinero de la tripulación del bote de la Guardia Costera ante la agencia AP. “Estaban demasiado cansados ??para entrar en pánico”, agregó.

Los pescadores fueron encontrados a unas 25 millas de Empire, una pequeña comunidad ubicada a lo largo de la última franja angosta del delta del Mississippi, al sureste de Nueva Orleans. Ambos navegantes que tuvieron que encarar a los tiburones tenían cortes profundos en las manos y a uno le faltaba la punta del dedo medio.

Otra historia similar se vivió cuando un sujeto se metió a nadar y horas más tarde un cocodrilo fue videograbado paseando su cadáver desnudo en laguna de México.

Mva