Kari Lake: ¿Quién es la sucesora 'peligrosa' de Donald Trump?

El expresidente Donald Trump sigue encabezando una serie de disputas legales y desafíos al sistema electoral estadounidense, su discurso parece mantener la crispación social, en busca siempre de tener un enemigo y transmitir estas ideas a sus seguidores. Tal es la preferencia que tiene entre algunos sectores del Partido Republicano que ya buscan quién será la figura sucesora. En la candidata para la gubernatura de Arizona, Kari Lake, han encontrado una posibilidad.

En el estado del Gran Cañón, por el puesto de gobernador, aspira la experiodista Kari Lake, considerada ya una figura emblemática del trumpismo. Pese a llevar una ventaja mínima, estimada por algunas casas encuestadoras a mediados de octubre, ya se ha negado indirectamente a comprometerse con los resultados de la elección que se definirá el 8 de noviembre.

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Expertos consideran que el ascenso de Kari Lake dentro de los sectores republicanos se debe a imitado la retórica del expresidente Donald Trump para insultar a sus oponentes, cuestionar los resultados de las elecciones en caso de que, su rival le gane la carrera para la gubernatura del estado, mismo que respaldó en 2020 al presidente Joe Biden. Su negativa al actual gobierno demócrata fue exhibida incluso cuando todavía era presentadora de televisión, acción precedente para su ahora carrera política.

Kari Lake: ¿Quién es y por qué se considera la sucesora de Trump?

Durante las elecciones del 3 de noviembre de 2020, la presentadora de noticias local en Phoenix, Kari Lake, protagonizaba una transmisión intensamente incómoda. La presentadora de Fox 10 se negaba a llamar a considerar su estado Arizona ganado por Joe Biden, a pesar de que su equipo ya lo había hecho. “Si (los votantes) se despiertan mañana o dos días después y cambia, hay desconfianza en el sistema”. Unas semanas después de las elecciones, Lake se fue de licencia. En marzo de 2021, la mujer de 51 años anunció que dejaría la televisión por completo.

Lo que sucedió a continuación fue un ascenso político que ni siquiera la propia Lake podría haber anticipado. Ese junio, declaró su candidatura a gobernadora de Arizona. A diferencia de otros republicanos, dijo Lake, ella no se inclinaría ante nadie ni ante nada, ni ante los posibles defraudadores electorales del Partido Demócrata, ni ante los mandatos del gobierno federal, y ciertamente no ante la izquierda radical.

Rápidamente obtuvo el respaldo de Donald Trump, comenzó a visitar Mar-a-Lago y comenzó a hablar junto al expresidente en mítines. Para agosto de este año, Lake había derrotado a todos sus principales oponentes republicanos. Ahora Lake está a una elección competida.

mva