EU prohíbe la venta de productos Huawei y ZTE por "seguridad nacional"

La administración de Joe Biden sospecha que los equipos chinos de telecomunicaciones sirven a fines de espionaje para Pekín

Estados Unidos anunció el viernes la prohibición de la importación y venta de equipos y servicios de telecomunicaciones de media docena de empresas chinas, entre ellas Huawei y ZTE, argumentando un "riesgo inaceptable" para la seguridad nacional.

Según un comunicado de la Comisión Federal de Comunicaciones de los Estados Unidos (FCC por sus siglas en inglés), integrada por cinco miembros, se aprobó por unanimidad la adopción de las nuevas normas.

"La FCC está comprometida con la protección de nuestra seguridad nacional al garantizar que no se autorice el uso de equipos de comunicaciones no confiables dentro de nuestras fronteras (...) Estas nuevas reglas representan parte importante de las acciones puestas en marcha para proteger al pueblo estadounidense contra amenazas a la seguridad nacional que implican equipos de telecomunicaciones", afirmó la presidenta de la FCC, Jessica Rosenworcel.

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Dicha medida afectará a los equipos producidos por Huawei Technologies, ZTE Corporation, Hytera Communications, Hangzhou Hikvision Digital Technology y Dahua Technology así como sus subsidiarias y afiliadas.

Los productos ya autorizados por el organismo estadounidense seguirán estándolo, al menos por el momento. La agencia evalúa examinar las autorizaciones vigentes así como los procedimientos de revisión de las prohibiciones anunciadas.

"Nuestra decisión unánime representa la primera vez en la historia de la FCC que hemos votado para prohibir la autorización de nuevos equipos basándonos en cuestiones de seguridad nacional", tuiteó Brendan Carr, un comisionado republicano de la FCC.

La administración de Joe Biden, al igual que lo hizo la de Donald Trump, sospecha que los equipos chinos de telecomunicaciones sirven a fines de espionaje para Pekín.

Previamente, Washington había prohibido que Huawei fuera proveedor de sistemas al servicio del gobierno estadounidense, y también desaconsejó el uso de dichos equipos en el sector privado, por temores de que estuvieran intervenidos por la inteligencia china.