"No estoy preocupado": Biden aclara situación ante posible riesgo de recesión en EU

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, se refirió a la situación económica que atraviesa su país derivada de la crisis en Europa y de las secuelas de la pandemia.

El demócrata aseguró en rueda de prensa que no cree que la economía estadounidense vaya a entrar en recesión, a pesar de que el PBI se redujo 1,4% en el primer trimestre de 2022, según datos de su gobierno.

Biden afirmó que "no estoy preocupado por una recesión", refiriendo que, pese a lo que muestra el indicador, la economía de su país va por buena senda de recuperación y remarcó que el bajo desempleo, refuerza su opinión de que la primera economía mundial está en buena forma.

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Sobre la caída en los datos del PIB, Biden la atribuyó a "factores técnicos" que afectaron el desempeño económico entre enero y marzo, pero refiriendo que no cree en los síntomas de una economía en crisis.

La estimación del Departamento de Comercio de este jueves sobre el PBI del primer trimestre -la producción total de bienes y servicios del país- quedó muy por debajo del crecimiento anual del 6,9% del cuarto trimestre de 2021. Y para el conjunto de 2021, la economía creció un 5,7%, la mayor expansión en un año natural desde 1984.

La economía se enfrenta a presiones que han aumentado la preocupación por su salud fundamental y han suscitado la inquietud por una posible recesión.

La inflación, ya elevada, se vio aún más impulsada por la guerra en Ucrania desde fines de febrero y está afectando a los hogares a medida que aumentan los precios del gas y los alimentos.

Pese a esto, mencionó Biden, el mercado laboral estadounidense -el pilar más importante de la economía- sigue siendo sólido. Y en el trimestre de enero-marzo, las empresas y los consumidores aumentaron su gasto a una tasa anual del 3,7%, una vez ajustada la inflación.

Los economistas consideran que esa tendencia es un mejor indicador que el PIB de la fortaleza subyacente de la economía. La mayoría de los analistas esperan que el ritmo constante de gasto sostenga el crecimiento de la economía, aunque las perspectivas siguen siendo altamente inciertas.