Tiroteo en Uvalde: así se prepararon padres y alumnos para un doloroso regreso a clases

A menos de cuatro meses del tiroteo escolar más mortífero en la historia de Texas, este lunes, los estudiantes de la comunidad de Uvalde regresaron a las aulas para asistir a su primer día de clases. Niños y adolescentes finalmente se despidieron del verano, pero aún permanece el recuerdo de la masacre que cobró la vida de 19 alumnos y dos profesoras aquel fatídico 24 de mayo.

Desde entonces, los residentes han tratado de ayudar a los más pequeños para que puedan volver a la normalidad, practicando con ellos algunos rituales familiares de regreso a la escuela, como hacer las compras de útiles escolares y disfrutar con la familia los últimos días de descanso.

Actividades que se han mezclado con memoriales y homenajes para las 21 víctimas, mientras que familiares, amigos y sobrevivientes intentan recuperarse de su dolorosa pérdida.

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El regreso en medio una tragedia que aún se resiente

A través de una crónica visual, el medio local Texas Tribune cuenta cómo fue el retorno de las aulas de una comunidad que aún llora por sus muertos y teme por la seguridad de los menores. Al mismo tiempo que los colegios y las instituciones educativas refuerzan la seguridad en sus instalaciones.

Días antes, varios padres de familia incluso se replantearon si enviar o no a los niños de regreso. Y es que mientras algunos aseguran que ya es necesario debido a que la pandemia los aisló del mundo, otros prefieren esperar a que sus hijos vuelvan a sentirse sanos y salvos dentro de una escuela, por lo que han optado por educación en línea.

Hasta ahora, se sabe que los estudiantes de Robb Elementary serán reubicados en otras dos escuelas, además de que todas las escuelas de Uvalde implementaron nuevas medidas de seguridad antes del primer día de clases.

Une ejemplo es la primaria Dalton, que agregó una cerca de más de dos mil metros alrededor del perímetro del campus. Por otro lado, la Escuela Parroquial del Sagrado Corazón, que comenzó las clases hace dos semanas, incluyó nuevas cámaras y láminas de policarbonato a prueba de balas escondidas detrás de carteles de papel en las ventanas exteriores.

Otros se han dedicado a tratar la salud mental de los estudiantes que vivieron el terro de aquel terrible día. Para ello se brindan servicios gratuitos para la comunidad, que incluyen asesoramiento y terapia específicamente para niños. El Centro de Resiliencia Juntos Uvalde, actualmente en una instalación temporal, proporcionará servicios comunitarios durante unos cinco años con fondos estatales.

Algunos niños y jóvenes también recurrieron a los deportes como una forma de manejar el duelo en las semanas posteriores al tiroteo en la escuela.

El miedo persiste entre la comunidad

Si bien, en la mayor parte de los distritos escolares de Texaslas clases empezaron desde hace varias semanas, en Uvalde hubo demoras para poder llegar a un acuerdo con respecto a la seguridad de los niños.

Los padres exigieron presencia de la policía estatal, pues no confiaban en los oficiales locales. Fue así que el día de hoy, en cada escuela públical, había un policía estatal resguardando a los alumnos.

Zayón Martínez, uno de los alumnos de segundo grado de la Escuela Primaria Robb, dijo en entrevista para CNN, que pasó escondido debajo de un escritorio la mayor parte del tiempo que duró el tiroteo. Este martes se supone que empezaría el tercer grado, pero no quiere poner un pie en otro salón de clases, según contó su padre.

"Fui y hablé con mi hijo y le dije: 'Van a tener más policías. Tendrán cercas más altas. Y él no lo aceptaba [...] Dijo: 'No importa. No nos van a proteger'".

bnaj