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¿Quién es Asma, esposa de Bashar Al-Assad, el líder del régimen recién derrocado en Siria?

Asma Al-Assad pasó de ser una figura admirada en la escena internacional a convertirse en un símbolo de odio y rechazo en su país y en el mundo

¿Quién es Asma, esposa de Bashar Al-Assad, el líder del régimen recién derrocado en Siria?
AFP

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El reciente derrocamiento del régimen de Bashar al-Assad en Siria ha puesto nuevamente en el centro de la atención internacional a Asma al-Assad, la esposa del controvertido líder sirio. Alguna vez descrita como “Una rosa en el desierto” por su elegancia y aparente compromiso con la modernidad y los derechos de las mujeres, Asma ha visto cómo su imagen pública se transformó enormemente, pasando de ser una figura de admiración a un símbolo de controversia y odio.

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¿Quién es Asma Al-Assad?

Nacida en Londres en 1975, Asma Akhras creció en un entorno acomodado y cosmopolita. Su padre, Fawaz Akhras, es un cardiólogo renombrado que trabajó en el exclusivo Hospital Cromwell, mientras que su madre, Sahar, recibió un importante papel como diplomática siria. La familia vivía en Acton, un barrio del oeste de Londres, donde Asma estudió al prestigioso Queen’s College en Marylebone, donde las tasas académicas rondaban las 9,000 libras por semestre.

Asma destacó en sus estudios y se graduó en 1996 en el King’s College de Londres con una licenciatura en informática y literatura francesa. Su brillante carrera profesional la llevó a trabajar en la banca de inversión en instituciones de renombre como Deutsche Bank y JPMorgan, donde rápidamente ascendió, consolidando una reputación como una profesional competente y visionaria.

En el año 2000, la vida de Asma dio un giro significativo cuando se casó con Bashar al-Assad, quien asumió el liderazgo de Siria tras la muerte de su padre, Hafez al-Assad. La pareja se inició en Damasco, formando una familia con tres hijos, cuyas edades actuales oscilan entre los 19 y 23 años. Durante los primeros años de su matrimonio, Asma proyectó una imagen moderna y progresista, que contrastaba con las rígidas percepciones sobre las mujeres en el mundo musulmán. En 2010, la revista Vogue publicó un perfil titulado “A Rose in the Desert” , elogiando su carisma y elegancia, consolidándola como una de las primeras damas más atractivas e influyentes de Medio Oriente.

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De la esperanza a la controversia

Sin embargo, la primavera árabe de 2011 marcó el inicio de una transformación en la percepción de Asma al-Assad. La guerra civil que estalló en Siria expuso la brutalidad del régimen de su esposo, que reprimió violentamente a los rebeldes y desató una crisis humanitaria sin precedentes. La reputación de Asma como una defensora de la modernidad se desmoronó a medida que se le vinculaba con las políticas opresivas de su marido.

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Durante el conflicto, Asma se enfrentó también a desafíos personales. En 2016, perdió a su suegra, Anisa Makhlouf, y en 2018 se le diagnosticó cáncer de mama, un episodio que utilizó para reposicionarse como un pilar en el régimen. Sin embargo, su nuevo rol fue criticado como una operación de fachada destinada a mantener el control sobre la economía del país. Según informes, Asma habría encabezado comités secretos para extorsionar a comerciantes y empresarios sirios, exacerbando las dificultades económicas de la clase media. Este 2024 fue diagnosticada con leucemia, 5 años después de su diagnostico de cáncer.

Con el colapso del régimen de Bashar al-Assad, Asma y su familia se encuentran exiliados en Rusia en medio de la creciente condena internacional. Mientras tanto, su imagen pública ha sido destruida, comparada con figuras históricas como Lady Macbeth, simbolizando la ambición desmedida y la complicidad en la corrupción. En redes sociales se han compartido supuestos videos de personas saqueando la casa de Bashar al-Assad.

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Diana Rivero

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