Tras imposición de aranceles de Trump; China se dice dispuesta a pelear con EEUU “hasta el final”

La guerra comercial entre Estados Unidos y China ha escalado nuevamente tras la decisión del presidente Donald Trump de aumentar los aranceles a productos chinos. En respuesta, China anunció una serie de represalias que incluyen aranceles a productos agrícolas y sanciones contra más de 20 empresas estadounidenses, en un claro mensaje de que el país asiático está dispuesto a “pelear hasta el final”.

El martes, el Ministerio de Comercio de China impuso aranceles de hasta el 15% a diversas exportaciones agrícolas de Estados Unidos. Entre los productos afectados están el pollo, trigo, maíz y algodón, con un gravamen del 15%, además de un arancel adicional del 10% a las importaciones de sorgo, soja, carne de cerdo, de vacuno, productos acuáticos, frutas, verduras y productos lácteos.

De acuerdo con el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA), China fue el mayor mercado de exportación agrícola estadounidense en 2023, representando el 17% del comercio total del sector. Con estas medidas, el impacto en la economía agrícola estadounidense podría ser significativo, ya que los productos ahora gravados representan la mayoría de los bienes agrícolas importados por China.

Un estudio del USDA prevé que China será el tercer mercado agrícola más importante en 2025, pero con una reducción de 1.300 millones de dólares en exportaciones respecto a proyecciones anteriores debido a la competencia en la venta de productos como soja, maíz, sorgo y algodón. El comercio total entre ambos países en el año fiscal 2025 se espera que alcance los 22.000 millones de dólares.

Empresas estadounidenses sancionadas por China

Además de los aranceles, China tomó medidas directas contra compañías estadounidenses al incluir a 15 de ellas en su lista de control de exportaciones. Entre las sancionadas se encuentran los fabricantes de drones Skydio y AeroVironment (AVAV), Leidos (LDOS), Aerkomm y Shield AI, esta última respaldada por Andreessen Horowitz. También sumó 10 empresas a su lista de “entidades no confiables”, lo que abre la puerta a más restricciones comerciales.

La empresa de biotecnología Illumina (ILMN), que recientemente despidió empleados, ya había sido incluida en la lista de entidades no confiables en la primera ola de represalias chinas. Ahora, Beijing ha prohibido la exportación de secuenciadores genéticos de Illumina a China, un mercado que representa el 7% de sus ventas. Otras empresas afectadas incluyen a PVH Corp., propietaria de Calvin Klein.

Asimismo, el Ministerio de Comercio de China impuso aranceles antidumping a las compañías estadounidenses que exportan fibra óptica monomodo al país asiático. Las tarifas varían entre un 33,3% y un 78,2%, lo que podría limitar el acceso de estas empresas al mercado chino.

China promete resistir hasta el final

El portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, Lin Jian, lanzó un contundente mensaje al afirmar que su país está listo para cualquier enfrentamiento con Estados Unidos.

Por su parte, el lunes, Trump decidió aumentar los aranceles a los productos chinos del 10% al 20%, mientras mantenía restricciones previas que entraron en vigor en febrero. Justificó la medida mencionando el fracaso de China en reducir el flujo de fentanilo hacia Estados Unidos.

La decisión de Trump no solo afectó a China, sino que también impuso aranceles del 25% a todos los productos mexicanos y a la mayoría de los bienes importados desde Canadá. No obstante, en el caso canadiense, los productos energéticos quedaron exentos y pagarán solo un 10%, en un intento de mantener los precios de la gasolina bajo control.

El primer ministro canadiense, Justin Trudeau, respondió con la imposición de aranceles del 25% sobre productos estadounidenses valorados en 155.000 millones de dólares canadienses, aunque de inmediato solo se aplicarán a 30.000 millones. Entre las posibles medidas futuras de Canadá se incluyen impuestos a productos como el alcohol y servicios de Starlink, de Elon Musk.

En México, la presidenta Claudia Sheinbaum aseguró que su país cuenta con “un plan B, C, D” para responder a la medida de Trump, aunque no ofreció más detalles. Se sabe que ha ordenado al secretario de Economía preparar un conjunto de medidas de represalia, que podrían incluir tanto aranceles como restricciones no arancelarias.

El economista Wendon Zhang, de la Universidad de Cornell, estima que las medidas arancelarias de Trump podrían reducir en un 0,4% el Producto Interno Bruto (PIB) real de la economía estadounidense, lo que se traduce en una pérdida superior a los 100.000 millones de dólares.

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