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El día que Carlos III habló en televisión sobre su infidelidad y separación de Lady Di: "lo intentamos"

El hijo mayor de la reina Isabel pensó que hablar de sus problemas lo acercaría al pueblo británico, pero el efecto fue contrario

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En 1995, la princesa Diana puso en jaque a la familia real británica después de otorgar una entrevista a la BBC en la que hablaba sobre la ruptura de su matrimonio con Carlos, entonces príncipe de Gales.

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Entre ellas, su relación extramatrimonial con Camilla Parker-Bowles, por lo que el hijo mayor de la reina Isabel II decidió otorgar su propia entrevista en la que terminó aceptando que le fue infiel a la madre de sus dos hijos.

A pesar de que sus amigos, familiares y hasta su amante Camila le aconsejaron que no hablara, decidió hacerlo. Así fue como se gestó el documental para televisión "The private man, the public role".

El documental se emitió el 29 de junio de 1994 y la excusa fue conmemorar el 25 aniversario de su investidura. La producción duró 18 meses, se realizaron 180 horas de grabación para una emisión que duró dos horas y media.

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El documental fue visto por 13 millones de personas y el momento “que todos esperaban” llegó cuando el periodista le preguntó al príncipe si había tratado de ser “fiel y honorable” en su matrimonio.

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“Sí ... Hasta que el matrimonio se rompió irremediablemente, ambos lo intentamos”, fue su respuesta y agregó: “Siempre he tratado de hacerlo bien y de hacer lo correcto por todo el mundo”.

Las reacciones al documental

Al día siguiente de la emisión del programa, las repercusiones no fueron las que esperaba el príncipe. Una encuesta encargada por el diario "The Sun" mostró que dos de cada tres británicos consideraban que “no era apto para ser rey”.

The Washington Post aseguró que documental seguía “el tono de una película de propaganda en tiempos de guerra: obsequioso y elaboradamente halagador”. The Times aseguró que solo había sido “un ejercicio de relaciones públicas para restaurar la imagen del príncipe” y The Independent escribió un lapidario “se vio un príncipe privilegiado y autoindulgente aunque se esforzaba por minimizarlo”.

La admisión de adúltero ante las cámaras asombró a todos, pero quizá no a Diana. La misma noche que se emitía el documental participó de una gala benéfica donde lució el icónico atuendo que pasó a ser conocido como “el vestido de la venganza”. Negro, escotado y corto era una declaración perfecta de la libertad, la confianza y la sensualidad que quería proyectar.

abc

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