Eduardo Yáñez confiesa que pasó su infancia en una cárcel rodeado de prisioneros

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Berenice Salazar

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Publicado: 29/7/2024 · 8:52 a.m. MX | Actualizado: 11/9/2024 · 7:40 a.m. MX

Después del escándalo que protagonizó el actor mexicano Eduardo Yáñez cuando agredió verbal y físicamente a la reportera Paty Cuevas, al arrebatarle su celular y provocando que saliera a empujones de un evento, la reportera ha tomado acciones legales en su contra ya que tales agresiones la llevaron a sufrir una parálisis facial.

Eduardo Yáñez cuenta cómo pasó su infancia viviendo en una cárcel

Sin embargo, a pesar de la polémica, recientemente el actor conocido por sus protagónicos en telenovelas como Destilando amor, ha revelado una impactante verdad en una entrevista que la conductora del programa ‘Ventaneando’ Paty Chapoy le realizó.

En una reveladora entrevista, el reconocido actor mexicano Eduardo Yáñez ha compartido detalles conmovedores sobre su infancia, ya que durante una conversación con la entrevistadora Paty Chapoy ha revelado que gran parte de su niñez transcurrió en un entorno que pocos podrían imaginar.

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El actor de 63 años confesó que debido a circunstancias con el trabajo de su madre como guardia de seguridad, se vio obligada a llevar al pequeño Eduardo a vivir a la cárcel en donde trabajaba.

Yáñez explicó que su madre al ser el único sustento de su familia, trabajaba como guardia de seguridad en la cárcel, por lo que al no tener tiempo, prácticamente vivía dentro del sistema penitenciario.

Durante su estancia en la prisión, Yáñez asegura que tuvo una infancia poco convencional, ya que no solo estuvo en contacto directo con los prisioneros, sino que también lo cuidaron y lo trataron muy bien.

El actor de telenovelas reveló que vivió muchas experiencias en la cárcel y conoció a una gran variedad de personas, como un hombre que estaba enamorado de su madre y solía contarle muchas anécdotas.

Asimismo, al ser cuestionado acerca de su madre y su interés por el hombre, Eduardo Yáñez aseguró que nunca se relacionó sentimentalmente con ningún preso, y al contrario ella se enamoró del director de la cárcel, con quien después se casó y se mudaron a la casa del mayor en la Ciudad de México.

Berenice Salazar