Salma Hayek y Nicole Kidman en la Fashion Week: Experta señala la influencia del grupo Kering en el altercado

El desfile de Balenciaga en la reciente Semana de la Moda de París se ha convertido en el escenario de un momento incómodo protagonizado por dos grandes estrellas de Hollywood: Salma Hayek y Nicole Kidman . Las imágenes del altercado se viralizaron rápidamente en redes sociales, generando debate sobre lo que realmente ocurrió entre las actrices, quienes compartían espacio con la cantante Katy Perry para posar ante los fotógrafos.

El momento de tensión se produjo aparentemente cuando Salma tocó a Nicole Kidman al intentar dirigirla hacia una mejor posición durante la sesión de fotos. El contacto pareció incomodar a la actriz australiana, provocando una breve interacción que muchos interpretaron como un desacuerdo. Las imágenes del incidente, ocurrido hace dos semanas, salieron a la luz el domingo, avivando la discusión sobre quién fue el responsable del malentendido.

Una lección de estatus y etiqueta, según experta.

La experta en lenguaje corporal Judi James intervino en el debate para ofrecer su análisis a Dailymail de la situación, calificándola como una “lección de señales de estatus al estilo de El diablo viste de Prada “. James destacó que los desfiles de moda suelen ser entornos complicados, donde las figuras públicas no solo deben mantener la calma y la elegancia sino también gestionar situaciones incómodas que surgen entre platos.

¿Un problema de etiqueta más que un conflicto personal?

A pesar de los rumores de un posible conflicto entre ambas actrices, la experta sostiene que el malentendido podría deberse más a cuestiones de etiqueta y protocolo que a un problema personal.

Según su análisis, la tensión se desató cuando Nicole, quien inicialmente parecía posar felizmente junto a su amiga Salma rodeándole los hombros, giró la cabeza para tener una conversación más cercana. Sin embargo, al hacerlo, su cabello cubrió parcialmente su rostro, dificultando la interacción con los fotógrafos y afectando la composición de la foto.

Sin embargo, ese gesto, aunque tal vez no implicó contacto físico real, pudo interpretarse como una infracción involuntaria de los códigos no dichos de comportamiento en estos eventos.

La influencia del grupo Kering en el altercado

Este inesperado roce entre dos celebridades no pasó desapercibido por los expertos en moda, quienes también han señalado la posible influencia del grupo Kering en el contexto del incidente. Kering, conglomerado propietario de Balenciaga, tiene estrecha relación con Salma Hayek, dado que su esposo, François-Henri Pinault, es presidente y director ejecutivo del grupo. Esto podría haber añadido una matiz de poder al encuentro, posicionando a Hayek en un lugar privilegiado dentro del evento.

Este detalle podría haber contribuido a las dinámicas de estatus observadas entre las dos actrices. Aunque Kidman es una figura de gran relevancia en la industria del cine, Salma no solo es una estrella de Hollywood sino también una figura clave en el círculo de la alta moda, lo que podría haber generado cierto desequilibrio en la interacción.

Aunque la polémica sigue viva en redes sociales, el análisis de Judi James sugiere que lo sucedido no es más que un malentendido derivado de las estrictas normas de etiqueta de estos eventos.

Sigue a Heraldo USA en Google News, dale CLIC AQUÍ