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¿Cómo surgió la amistad entre Javier Bátiz, padre del rock mexicano y Jim Morrison, líder de The Doors?

Javier Bátiz no solo marcó un antes y un después en la música de su país, sino que también dejó huella en el corazón de figuras legendarias del rock internacional

¿Cómo surgió la amistad entre Javier Bátiz, padre del rock mexicano y Jim Morrison, líder de The Doors?
Instgram: javierbatizoficial / jimmorrison

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La reciente muerte de Javier Bátiz, el icónico “Padre del Rock Mexicano”, el 14 de diciembre de 2024, nos ha recordado su notable amistad con Jim Morrison, el legendario líder de The Doors. Esta conexión, que comenzó en los años 60, no solo marcó un hito en la historia del rock en México, sino que también reveló la profunda influencia cultural que ambos músicos compartieron.

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¿Cómo surgió la amistad entre Javier Bátiz y Jim Morrison?

La historia de la amistad entre Javier Bátiz y Jim Morrison se remonta a 1967, cuando ambos se conocieron en el famoso club Whisky a Go Go en Los Ángeles. En aquel entonces, Bátiz ya era un nombre conocido en la escena musical mexicana y había comenzado a llamar la atención con su estilo único que fusionaba el blues y el rock con elementos mexicanos. Según Bátiz, la conexión fue instantánea:

“Fui uno de los afortunados a los que Jim, en su corta vida, les agarró cariño”

Esta relación se cimentó no solo por su amor por la música, sino también por sus personalidades afables y su deseo de explorar nuevas fronteras artísticas. En 1969, The Doors realizó una serie de conciertos en el Forum de Insurgentes Sur en la Ciudad de México. Este evento fue significativo no solo por la música, sino también por el contexto social del país, que atravesaba una época de represión cultural tras eventos como la masacre de Tlatelolco. A pesar de las restricciones gubernamentales, Jim Morrison y su banda lograron atraer a un público selecto.

Sin embargo, lo más memorable para Morrison no fueron los conciertos en sí, sino las noches que pasó explorando la vibrante vida nocturna de la ciudad junto a Javier Bátiz. Después de sus presentaciones, Jim Morrison buscaba lugares donde pudiera sumergirse en la cultura local. Uno de sus destinos favoritos fue Terraza Casino, un bar donde Bátiz tocaba regularmente. Allí, los dos amigos compartieron varias noches llenas de música y anécdotas. “Estuvimos las siguientes cuatro noches juntos”, recordó Bátiz con humor sobre las conversaciones que tuvieron con un Morrison frecuentemente ebrio:

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“Me da mucha risa porque cuando me hablaba Jim, que siempre estaba borrachito, nunca le entendí nada que me dijo”.

Se dice que visitaron las pirámides de Teotihuacán, la Plaza Garibaldi y el Mercado de La Lagunilla. Estas experiencias fueron tan memorables que existen rumores sobre si fueron patrocinadas por Alfredo Díaz Ordaz, hijo del entonces presidente Gustavo Díaz Ordaz; sin embargo, esta versión nunca fue confirmada oficialmente.

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La amistad entre Javier Bátiz y Jim Morrison fue breve pero intensa. Aunque sus caminos se separaron tras esos días en México —Morrison falleció en 1971—, el impacto que tuvieron el uno sobre el otro perdura hasta hoy. Bátiz dejó claro que su conexión era genuina:

“Hubo mucho abrazo, mucho beso. Fuimos amigos el tiempo que duramos”

La influencia de Javier Bátiz va más allá de su relación con Jim Morrison; es considerado un mentor para muchos músicos destacados como Carlos Santana y Alex Lora. Su legado musical es inmenso y ha sido reconocido tanto dentro como fuera de México

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Diana Rivero

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