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Trabajadoras del hogar, inmigrantes en Estados Unidos, éstas son sus voces

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Sonrientes, amables, dispuestas tras cumplir con sus jornadas de trabajo a dar un tiempo extra al activismo, ocho empleadas del hogar de distintas nacionalidades: mexicanas, guatemaltecas, venezolanas, colombianas, ecuatorianas, y representantes de distintas organizaciones locales en defensa de sus derechos: Viento del Espíritu, FreeHold, Comunidad Latina en Acción, unidas en la Coalición de trabajadoras del hogar en Nueva Jersey, el décimo primer estado en conseguir la declaratoria de la Carta de Derechos de las trabajadoras del hogar en Estados Unidos, conversaron con Heraldo USA para compartir sus experiencias y generar conciencia sobre la importancia de seguir luchado por sus derechos, pendientes de reconocimiento en los otros 39 estados de dicha nación. Estas son sus voces.

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Ligia

Yo soy de Venezuela y llevo 4 años acá en Estados Unidos. Cuando llegué me dieron un trabajo para cuidar un niño con condiciones especiales, trabajaba como interna pero un buen día, de un día para otro me notifican que se van de vacaciones y que tenía que irme de la casa porque no podía quedarme ahí. Yo no tenía a donde ir porque cuando yo llegué lo hice buscando trabajo de interna para tener un sitio donde vivir. Pensé - Yo les cuido a su hijo, ¿porqué me hacen esto? me esta pasando esto a mi y ¿a cuántas más no les va a pasar?. Lo mío es nada porque he oido casos de personas que lo vieron muy duro, casi como una esclavitud, que les quitaron sus papeles, que no los dejaban salir. Tengo compañeras internas que no se les respetan las horas, se les limita la comida, se les quitan sus documentos para obligarlas a quedarse ahí jornadas muy largas son personas que las privan de muchas cosas.

Yo veía muy lejos que pudiéramos tener una ley que de verdad nos protegiera y mira que bonito que ya tenemos esta ley (en Nueva Jersey) que nos da cierta estabilidad, cierta seguridad a los trabajadores nos va a permitir tener un piso, poder exigir porque no podemos ser tratados así como algo insignificante, somos importantes y merecemos un respeto. Creo que esta ley beneficiará a mucha gente.

Rubi.

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Llevo 25 años acá. Una vez iba yo muy recomendada para un trabajo pero lo primero que el empleador preguntó era que si yo tenía documentos, le dije que no, pero tenía mi ID con la que pago mis impuestos pero no quería darme el trabajo porque creía que eso lo metería en problemas. De verdad que se siente muy incómodo cuando de entrada te preguntan si tienes papeles para trabajar. Como todo ser humano tenemos dignidad, tanto como un ejecutivo tenemos derechos. Si nosotros conocemos nuestros derechos no tenemos que temer, además somos trabajadoras esenciales sin nuestro trabajo nuestros patronos no podrían salir a trabajar.

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Leyenda: Alianza Nacional de trabajadoras del hogar

Leticia

Soy originaria del estado de Oaxaca y llegué acá desde el 2009.

Desde entonces a la fecha trabajo de limpieza, cuatro meses aguante limpiando de rodillas los pisos. No me daban de comer y tampoco puede uno meter su comida. Me aguante porque llega uno aquí con la necesidad y una no sabe que tiene derechos pero poco a poco fuí descubriendo que sin importar el estatus migratorio tenemos derechos, antes casi nadie hablaba de las trabajadoras del hogar, éramos invisibles. Todas esas situaciones que yo pasé fueron las que me motivaron a unirme a esta lucha por la carta de derechos.

Norma

Tenemos que seguir luchando porque el trabajo que hacemos como trabajadoras del hogar tiene un valor que ni el estado ni la gente reconoce. Estamos cansados de que todo el tiempo nos están pisoteando, que no nos den el derecho de tomar un vaso de agua, una comida caliente…es inhumano. Llevo 20 años trabajando en una casa, y mientras uno está sana todo está bien, pero tuve un accidente ahí, limpiando y no te llaman para preguntar cómo estás, no te dicen te voy a dar algo para tu renta para que te ayudes con los medicamentos, solo llaman para preguntar cuando regresas a trabajar, eso no es justo y nos motiva a seguir luchando.

Dolly

Hace 47 años mi madre vino como trabajadora del hogar y era explotada, trabajaba todos los días de 6 de la mañana a 12 de la noche, cuidando 8 niños por 80 dólares al mes. Sus patrones la trajeron con papeles pero se los escondieron. Afortunadamente se pudo escapar. Si hubiese habido organizaciones de trabajadoras como ésta, no habría sufrido tanto abuso.

Mi voz es solo mi voz pero todas las voces juntas vamos a hacer cambiar las leyes. No se rindan.

Ángela

Fui trabajadora del hogar, especialmente limpiadora de casas. Cuando trabajaba me hacían quedarme más tiempo y no me pagaban y como yo, la mayoría sufren el robo de salarios. El ver que la Carta de Derechos de las Trabajadoras del Hogar va a garantizar el pago de horas extras, el salario mínimo entre otras cosas va a dar un alivio a las trabajadoras que era un sector totalmente excluido de derechos. Ahora saber que ya vamos a tener estos derechos (en Nueva Jersey) da mucho más tranquilidad.

Es difícil perder el miedo pero no podemos seguir permitiendo que en estos tiempos nos sigan explotando, abusando, merecemos vivir con respeto y dignidad. Dejamos nuestro país buscando oportunidades, debemos alzar la voz y decir: ya basta, no mas abusos.

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Leyenda: Alianza Nacional de trabajadoras del hogar

Stefy

Viene a Estados Unidos desde hace 3 años con un programa de intercambio como niñera pero viví el abuso laboral, físico y verbal de una persona americana hacia mi persona y lo que me gusta de la aprobación de la Carta de derechos es que nos motiva a cada una a tener más esperanza y podemos seguir luchando porque puedan respetar nuestros derechos.

Rosa

Soy indígena guatemalteca y empecé la lucha en mi país y luego aquí. Siento la satisfacción de formar parte de la lucha de poder ganar, me sentí orgullosa, no tenía palabras pero lloramos de saber que sí tengo derechos aquí.

Martha

Yo llevo 2 años y medio en Estados Unidos y el mensaje que quiero dar es que ningún ser humano es ilegal, no somos ilegales somos personas en una condición de indocumentadas que es muy diferente, no somos delincuentes ni ilegales.

Los testimonios de estas mujeres - recalca Teresa Vivar, fundadora de Lazos, América Unida-, no narran en sí el horror que viven las compañeras como trabajadoras porque hablamos de condiciones de esclavitud , de miedo, de acoso; cuentan sus historias porque se vuelven resilientes y empiezan a transformar ese dolor en algo positivo tomar la oportunidad de transformar tus miedos en algo positivo alzando la voz, organizándose y compartiendo sus historias para decirle a otras mujeres trabajadoras que no están solas, que hay una organización cerca de ellas luchando por sus derechos y las invitan a participar en su movimiento.

Pueden contactar a la Alianza Nacional de las Trabajadoras del Hogar a través del correo electrónico https://domesticworkers.org/

Si quieres leer la nota en inglés haz clic AQUÍ.

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