Elecciones EEUU 2024: Kamala Harris se lanza contra Donald Trump y lo acusa de “fascista”

La carrera presidencial de Estados Unidos para las elecciones del próximo 5 de noviembre se ha intensificado luego de que Kamala Harris, candidata demócrata y actual vicepresidenta, calificara directamente a su oponente Donald Trump como un “fascista”. Esta declaración marca un punto álgido en la disputa entre ambos aspirantes, evidenciando la polarización creciente en la contienda política.

Durante una entrevista con Charlamagne Tha God, un reconocido presentador de radio con una audiencia mayoritariamente afroamericana de más de 8 millones de oyentes mensuales, Harris hizo esta declaración sin rodeos. La entrevista, realizada en medio de una parada de campaña en Detroit, estado clave para las elecciones, se convirtió en un momento crucial en su estrategia electoral. Inicialmente, Harris fue cautelosa al describir las opciones de los votantes, señalando que las elecciones presentaban “dos visiones muy diferentes para nuestra nación”. Sin embargo, ante la insistencia del presentador para abordar la amenaza del fascismo, la vicepresidenta respondió tajante: “Sí, podemos decir eso”.

La retórica autoritaria en el centro del debate

Es la primera vez que Harris utiliza abiertamente el término “fascista” para describir a Trump, aunque este tipo de acusaciones ya se habían insinuado en el pasado por analistas y políticos. La declaración ocurre en un contexto donde Trump ha incrementado su retórica autocrática, al tiempo que promete encarcelar a sus oponentes políticos y sugiere un uso militar para sofocar cualquier “caos” electoral.

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Este ataque directo por parte de Harris no se limita a las etiquetas. En días anteriores, había calificado al expresidente como “inestable y peligroso”, en respuesta a las declaraciones de Trump que describían a los demócratas como “el enemigo interno”. Además, Harris ha criticado la relación cercana de Trump con el presidente ruso Vladimir Putin y su admiración por otros líderes autocráticos.

La reacción de la campaña de Trump

La respuesta de la campaña de Trump no tardó en llegar. A través de la red social X (antes Twitter), denunciaron que los comentarios de Harris podrían incitar ataques contra el expresidente.

Sin embargo, Trump tampoco ha sido moderado en su discurso. En un mitin reciente en Michigan, el 29 de agosto, calificó a Harris como “marxista” y “camarada”, sugiriendo que tiene inclinaciones comunistas. El expresidente ha utilizado términos similares para referirse a sus rivales demócratas, a quienes ha llamado “escoria” y “basura absoluta”, lo que refleja un ambiente cada vez más hostil en la campaña.

Acusaciones de simpatías fascistas

Las acusaciones de tendencias fascistas hacia Trump no son nuevas. John Kelly, quien fuera jefe de gabinete de la Casa Blanca durante la presidencia del republicano, reveló en una entrevista que Trump llegó a elogiar aspectos del régimen nazi, afirmando que Hitler “hizo algunas cosas buenas” al reconstruir la economía alemana. Según Kelly, tuvo que corregirlo en ese momento diciéndole:

Por otro lado, un libro reciente del periodista Bob Woodward cita al general Mark Milley, exjefe del Estado Mayor Conjunto, quien se refirió a Trump como un “fascista total”. Milley asegura que la actitud del expresidente va más allá de la retórica electoral, y lo describe como “fascista hasta la médula”.

La batalla por Michigan y el futuro de la democracia

La entrevista de Harris y sus declaraciones incendiarias tuvieron lugar en Detroit, en el marco de una intensa lucha por el voto en Michigan, un estado fundamental para decidir el resultado electoral. La campaña de Trump ha intensificado su presencia en este estado, intentando movilizar al electorado blanco de las zonas rurales, mientras que Harris busca el respaldo de votantes afroamericanos y urbanos, grupos claves para los demócratas.

La contienda de 2024 se perfila no solo como una disputa entre dos candidatos, sino como una elección que definirá la dirección política del país y su compromiso con los principios democráticos. Con Kamala Harris posicionando la elección como un referéndum entre democracia y autoritarismo, y Donald Trump agitando el espectro del populismo y la confrontación, el escenario está listo para unas semanas finales de campaña particularmente intensas.

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