Kamala Harris vive vergonzoso momento al fingir realizar llamada a votantes

En un día en el que todo movimiento importa, la candidata demócrata a la presidencia de los Estados Unidos, Kamala Harris, vivió un bochornoso momento mientras se encontraba en la sede del Partido Demócrata en Washington, pues mientras “realizaba una llamada a uno de los votantes en las elecciones”, se dejó ver que en realidad estaba sólamente fingiendo.

Este martes 5 de noviembre, mientras se llevan a cabo las elecciones presidenciales en los Estados Unidos, la vicepresidenta vivió un momento de bochorno cuando realizó algunas llamadas telefónicas tardías a los votantes, ahoras antes de que se cerraran los colegios electorales. La tarea de Harris era apoyar a los voluntario de campaña a para que los ciudadanos emitieran su voto.

El momento fue captado cuando Kamala tomó el teléfono celular de uno de los voluntarios. “¿Cómo estás? ¿Ya has votado?”, expresaba la candidata, para después de una pausa continuar con un “¿Lo hiciste? ¡Gracias!”, lo que generó los aplausos y gritos dentro de la sede del Partido Demócrata, un movimiento que terminó por jugarle en contra a la candidata.

Llena de emoción fue cuando Harris levantó el teléfono y lo separó de su oído, siendo ahí donde se pudo ver que en realidad estaba únicamente fingiendo la llamada, y su celular se encontraba en la aplicación de la cámara y no realizando ningún tipo de llamada. Si bien la candidata no se percató de su error, en redes sociales rápidamente llovieron las críticas en su contra.

A pesar de los comentarios recibidos en su contra, Harris continuó realizando su labor e hizo más llamadas, como a una niña de 8 años con la que supuestamente conversó, y a la que le dijo que era “una líder sin importar la edad”, bromeando con que esperaba que en 10 años ejerciera su derecho y votara en las elecciones, aunque la duda de si la llamada era también falsa ya se había plantado en los ciudadanos.

Además de ir a emitir su voto y asistir con las llamadas, la candidata demócrata realizó entrevistas de última hora en emisoras de radio locales para intentar convencer a aquellos votantes indecisos de ir a las urnas y darle una oportunidad para convertirse en la primera mujer presidenta en la historia de los Estados Unidos.

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