Esta es la verdadera (y millonaria) razón por la que Trump quiere comprar Groenlandia

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Diana Rivero

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Publicado: 9/1/2025 · 2:04 p.m. MX | Actualizado: 9/1/2025 · 2:04 p.m. MX

Desde que ganó la reelección, el presidente electo Donald Trump ha vuelto a expresar su interés en adquirir Groenlandia y el Canal de Panamá, dos ubicaciones estratégicas que, según él, son esenciales para la seguridad económica de Estados Unidos.

En una conferencia de prensa, Trump afirmó que no podía garantizar que no se usarían medidas de coerción militar o económica para obtener el control de ambas áreas.

¿Por qué Trump quiere Groenlandia ?

Groenlandia es la isla más grande del mundo, un territorio semiautónomo de Dinamarca con una población de 57.000 habitantes. Aunque forma parte de Dinamarca desde hace 600 años, también es un miembro fundador de la OTAN y alberga una importante base militar estadounidense.

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Ubicada estratégicamente entre Estados Unidos, Rusia y Europa, la isla representa una ventaja geopolítica única, especialmente en un contexto en el que el Ártico se vuelve más accesible al transporte marítimo y al comercio debido al cambio climático.

Esta no es la primera vez que Trump muestra interés en Groenlandia. Durante su primer mandato ya planteó su compra, argumentando que podría beneficiar la seguridad nacional de Estados Unidos.

Además de su ubicación estratégica, Groenlandia es rica en recursos naturales, incluidos minerales de tierras raras esenciales para las telecomunicaciones, uranio, petróleo y gas natural. Estos recursos, que actualmente son suministrados en gran parte por China, hacen que Estados Unidos busque alternativas más cercanas para reducir su dependencia de ese país.

Pero los recursos no son lo único que hace valioso a la isla. Su inmenso manto de hielo ofrece un asiento privilegiado para observar los efectos de la crisis climática. Si todo el hielo de Groenlandia se derritiera, el nivel del mar aumentaría 7,4 metros, afectando las costas en todo el mundo.

Además, las condiciones de hielo en Groenlandia influyen en los patrones climáticos globales, como las corrientes en chorro que afectan las tormentas en América del Norte y Europa, según el experto Judah Cohen.

La idea de comprar Groenlandia no ha pasado desapercibida. La primera ministra danesa, Mette Frederiksen, respondió categóricamente: “Groenlandia no está en venta”. Frederiksen afirmó que si bien celebra el interés de Estados Unidos en el Ártico, cualquier colaboración debe respetar la autonomía del pueblo groenlandés.

Por su parte, el canciller alemán Olaf Scholz y el ministro de Asuntos Exteriores francés, Jean-Noel Barrot, subrayaron que las fronteras internacionales deben respetarse y que no se permitirán movimientos agresivos por parte de ninguna potencia, incluidos Estados Unidos.

¿Qué pasa con el Canal de Panamá?

El interés de Trump por el Canal de Panamá también responde a razones estratégicas y económicas. Este paso conecta el Mar Caribe con el Océano Pacífico, reduciendo tiempos y costos en el transporte marítimo. Sin embargo, el presidente electo ha argumentado que Estados Unidos es tratado injustamente al pagar tarifas más altas que otros países y acusó a Panamá de violar acuerdos previos.

Aunque el presidente panameño, José Raúl Mulino, ha negado las acusaciones y reafirmado que el canal pertenece exclusivamente a Panamá, Trump ha insinuado posibles medidas económicas para recuperar el control del canal.

Donald Trump ha sugerido que impondría aranceles a Dinamarca si no acepta vender Groenlandia. Además, los analistas creen que podrían utilizarse medidas económicas similares para presionar a otros países en función de sus objetivos estratégicos.

La adquisición de Groenlandia o un posible pacto de “libre asociación” similar al que tienen las Islas Marshall con Estados Unidos podría ser una jugada ambiciosa que redefina las relaciones internacionales. Sin embargo, la resistencia de Dinamarca, Groenlandia y otros actores internacionales sugiere que este objetivo será difícil de lograr.

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Diana Rivero