Carolina del Sur ejecuta a prisionero por un pelotón de fusilamiento; la primera vez en EEUU en 15 años

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Jonathan Almazán

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Publicado: 9/3/2025 · 10:06 p.m. MX | Actualizado: 9/3/2025 · 10:06 p.m. MX

El pasado fin de semana, un prisionero en Carolina del Sur fue ejecutado por un pelotón de fusilamiento; el preso, de nombre Brad Sigmon había dicho que prefería perder la vida de esta manera que en la silla eléctrica o con inyección letal, por lo que la penitenciaría decidió llevar a cabo este método que no se utilizaba desde hace 15 años.

A Sigmon se le encontró culpable de matar a David y Gladys Larke, padres de su ex novia, en su casa del condado de Greenville en 2001 con un bate de béisbol mientras intentaba secuestrar a su hija. Según sus propias declaraciones, su intención era pasar un fin de semana romántico con ella, para después terminar con su vida y la de su pareja.

Tres empleados voluntarios de la prisión fueron quienes utilizaron los rifles durante la ejecución, la cual se llevó a cabo a las 6:08 p.m. Según sus abogados, el prisionero pidió morir por fusilamiento porque la silla eléctrica lo “cocinaría vivo”, y tenía preocupaciones por la inyección letal de pentobarbital, pues no quería sentir la sensación de ahogarse.

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Mientras Sigmon portaba un mono negro con una capucha sobre la cabeza y una diana blanca con una diana roja sobre el pecho, los tiradores se encontraban a más de 4 metros con fusiles en mano. Después de que los voluntarios dispararan al mismo tiempo, un doctor entró a la sala para confirmar la muerte del preso.

El abogado de Sigmon leyó una carta del preso en donde escribió: “una declaración de amor y un llamado a mis compañeros cristianos para que nos ayuden a poner fin a la pena de muerte”.

La pena de muerte por fusilamiento ha sido uno de los métodos más cuestionados dentro de los Estados Unidos; otros estados como Idaho han buscado que esta opción sea habilitada en su estado. En dicha zona del país se ha presentado un proyecto de ley que permita esta sea su principal forma de dar con la pena de muerte.

La última vez que se utilizó el fusilamiento fue en Utah en 2010, cuando Ronnie Lee Gardner, de 49 años, fue atado a una silla y asesinado a tiros. En dicha ocasión, el acusado fue detenido en 1985, cuando esta opción aún era viable en el estado, por lo que se dictaminó que así sería su manera de ejecución si el preso aceptaba, algo que terminó sucediendo.

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Jonathan Almazán