Sembrar la cultura mexicana en nuevas generaciones, objetivo del programa “Conociendo mis raíces”

El Programa de Inmersión Cultural y Voluntariado 2024 de la SRE se lleva a cabo en cuatro de las entidades con mayor número de expulsión de migrantes en México

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Lizeth Barbosa nació en Huajuapan de León, Oaxaca, hace 24 años; emigró con su madre a los Estados Unidos cuando tenía un año de edad y desde entonces no había vuelto a su país; 23 años después, regresa gracias al Programa de Inmersión Cultural y Voluntariado (PICV 2024) “Conociendo mis raíces” de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) del gobierno Federal, en el que participa junto con otros 50 jóvenes de origen mexicano.

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“No recordaba nada de México, estoy muy emocionada de estar aquí y espero conectarme con mis orígenes; espero conocer mucho más de mi país, de su gente, de su gastronomía, de su cultura y su historia… es una oportunidad única de regresar y poder llevarlo a mi clase”, comenta la joven quien en la unión americana es parte de la comunidad beneficiada por la Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA).

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Recién graduada como maestra, Lizeth asegura que más que una visita de turismo para conocer México, de esta experiencia espera llevar todo el aprendizaje a sus estudiantes, pequeños en formación dual, es decir -explica- que no sólo hablan inglés sino también español. A partir de esta experiencia ella tiene una meta: sembrar en los niños la cultura de su país de origen.

Durante tres días, las y los 51 jóvenes de origen mexicano, 39 mujeres y 12 hombres, provenientes de 24 regiones de Estados Unidos, recorrieron la Ciudad de México donde interactuaron con autoridades de la ciudad, con representantes del mundo de la cultural y conocieron espacios como el Reclusorio Varonil Oriente, donde fueron testigos del proyecto de intervención cultural “Un grito de Libertad” y convivieron con personas privadas de la libertad; también recorrieron espacios emblemáticos como las chinampas de Xochimilco, el Templo Mayor y la Universidad Nacional Autónoma de México, entre otros.

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Esta visita, les cambia la visión respecto a México y sobre sí mismos, desde valorar la libertad hasta la educación pública de calidad y gratuita que brindan instituciones como la UNAM cuando en Estados Unidos, afirman, las universidades pueden ser muy caras.

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“México es mi país y entre más lo conozco menos cómodo me siento de vivir en otro país; me gustaría obtener mi nacionalidad mexicana, venir a estudiar acá, y ser un embajador de la cultura mexicana y de este programa donde quiera que esté”, expresó Carlos Mosso, hijo de padres mexicanos quien actualmente vive en Houston, Texas.

Este jueves 20 de junio los jóvenes se trasladarán a los estados de Hidalgo, Jalisco, Michoacán y Zacatecas donde realizarán voluntariado en distintas comunidades durante dos semanas.

En entrevista con El Heraldo de México USA, el titular del Instituto de los Mexicanos en el Exterior (IME), Luis Gutiérrez Reyes, expresó que el PICV es una herramienta significativa para establecer vínculos con las nuevas generaciones de personas mexicanas, que serán los próximos líderes y aliados permanentes de México en el extranjero.

“Son hijos de la migración…casi el 90 por ciento de ellos (los participantes en el programa) nacieron en Estados Unidos, se reconocen como mexicanos, pero la mayoría no tiene la ciudadanía mexicana, es una segunda generación de mexicanos en el exterior y es muy importante acercarnos a ellos, atraerlos a México, vincularlos al país ya que las primeras generaciones que migraron en algún momento ya no existirán y quienes quedarán son sus hijos. Si no hacemos un trabajo como país para asumir la responsabilidad de acercarnos, poco a poco se van a ir diluyendo en donde viven, en otra cultura, en otras creencias y ya no van a tener vínculos con su país y este es un esfuerzo por conectar a estas nuevas generaciones con México”. comentó Gutiérrez Reyes.

El objetivo, abundó, es que vean la diversidad, la riqueza y la realidad de nuestro país, que se conviertan a partir de ahí en embajadores de México; que regresen a los Estados Unidos contando qué les marcó de este viaje y que se involucren además en la política, en la defensa de su comunidad, como ha ocurrido en experiencia de ediciones anteriores donde participantes, ahora son autoridades que están tomando el control político de su ciudad. Es muy importante que ellos se conviertan en factores de cambio, busquen incidir en la relación bilateral “y nos pueden ayudar mucho a trabajar en la defensa de México en el exterior” enfatizó el titular del IME.

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Brianna Puga, otra de las participantes en el programa, hija de padres migrantes indocumentados nacida en Los Ángeles es ejemplo de ello. “Trabajo como asesora comunitaria de los derechos de los migrantes con la comunidad mexicana” y si bien -asegura- no conoce a un mexicano que no esté bien orgulloso de serlo, es necesario transmitir a los hijos y las generaciones futuras que no se olviden de donde vienen y del esfuerzo de sus padres para establecerse en Estados Unidos, en México o donde sea, para salir adelante.

Después de dos semanas de voluntariado en los estados participantes, las personas jóvenes regresarán el 4 de julio a la Ciudad de México para compartir sus experiencias y la clausura del programa.

Necesario fomentar mayor participación política de la comunidad migrante: experta

Entrevistada en el marco de las recientes elecciones de México sobre la importancia de seguir involucrando a la comunidad migrante y elevar su participación política, la Dra. Luicy Pedroza, Coordinadora Académica de la Maestría en Ciencia Política del Centro de Estudios Internacionales de El Colegio de México, señaló que las personas migrantes a veces son bastante escépticas del estado mexicano.

“Son apegadas a tradiciones culturales, pero no sienten un gran apego al estado mexicano, porque finalmente es un estado que no les dio trabajo, que los expulsó, que no protegió sus derechos, pero sí sienten un apego a sus comunidades locales”.

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Aunque se ha avanzado en cosas, se ha retrocedido en otras como el debilitamiento e incluso desaparición de órganos consultivos, en los que antes se escuchaba la voz de las personas migrantes para realizar políticas públicas en su favor, resaltó la investigadora.

Por ello, es importante seguir fomentando mecanismos de participación más allá del voto como ha sido hasta ahora a través de asociaciones mediante las cuales la comunidad migrante expresa sus intereses culturales, añoranzas y el cuidado de sus raíces.

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