Una pasión sin límites

A 12 años de su retiro, el fuego aún acompaña a Laura Serrano y los ojos se le iluminan cuando habla del boxeo, un deporte que cambió su vida para siempre.

Alejandra Icela Martínez Rodríguez
Alejandra Icela Martínez Rodríguez

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Laura Serrano llegó al deporte para cambiar la añeja trayectoria del boxeo y está en paz con el papel que le tocó jugar, el de pionera, pues a puño limpio despejó el camino para que el boxeo femenil se convirtiera en uno de los bastiones del deporte mexicano.

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“Mi momento como boxeadora fue muy difícil, fue un parte aguas, fue de luchar y qué bonito, porque es una gran satisfacción cuando estás construyendo. Se lloró, se peleó, pero se logró”, dijo en entrevista con Heraldo USA la mujer que logró derribar los estereotipos y se convirtió en la primera mujer con licencia de boxeador profesional tricolor luego de cinco décadas de veto.

Los gritos de los fanáticos que pedían ver “como se dan las viejas” le dejó una marca, pero gracias al trabajo, coraje y determinación logró mostrar que las mujeres estaban ahí para algo más que el dinero y la fama.

La Poeta del Ring
La Poeta del Ring

Laura tuvo su primer acercamiento con el boxeo en 1989, cuando era una estudiante de l

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a UNAM en busca de una actividad física que le permitiera bajar de peso y estar en forma. En una de sus visitas al gimnasio se topó con una chica que practicaba boxeo y aunque pensó que estaba “loca”, el ruido de la pera, la coordinación y movimientos la hipnotizaron. Fue un flechazo inmediato.

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Pero su acercamiento al deporte profesional no fue para nada sencillo, pues los tabús la llevaron a escuchar cómo subir al ring e intercambiar golpes podrían dejarle secuelas “como cáncer de senos o infertilidad”, pero ella vio eso como simples excusas para proteger ese ámbito exclusivo de los hombres, el más viril de todos los deportes.

“El boxeo me ayudó a ser una mejor persona, el boxeo me ayudó a ser una mujer disciplinada, el boxeo me ayudó a ser, a tener un carácter fuerte, a tener un carácter tenaz, y creo que, pues, simplemente por ese tipo de cosas, ha valido la pena”

Debutó en 1994, en Las Vegas, dentro de una cartelera que protagonizó el duelo de revancha entre Julio César Chávez contra el estadounidense Frankie Randall. Pero muy a su estilo, Laura se lanzó en grande. A pesar de que fue su primer duelo profesional, aceptó medirse a Christy Martin, la legendaria pionera estadounidense que la superaba en experiencia con 23 peleas profesionales.

Con un uniforme prestado y un bucal genérico, Laura se subió al ring sin miedo y le dio una de las batallas más duras a la apodada Coalminer’s Daughter. Esa noche salió del ring del MGM Grand Garden Arena no solo con un empate, también con el respeto de su rival y todos los fanáticos presentes.

Cinco encuentros después, conquistó el título mundial de la World Internacional Boxing Federation en Tunica, Misisipi, al despachar por decisión unánime a Tracy Byrd, y ahí sintió que su vida cambió para siempre. Solo le hacía falta cumplir el sueño de presentarse ante los suyos, en su México, pero pronto se estrellaría con la realidad.

En 1947, mismo año en que las mujeres mexicanas pudieron votar por primera vez en procesos municipales, un decreto presidencial expedido por el presidente Miguel Alemán impedía que las mujeres entrenaran y mucho menos participaran en funciones de boxeo en la Ciudad de México; sin embargo, 52 años después y con los guantes bien puestos, Laura llegó para derribar cualquier tipo de obstáculo para ella y toda mujer que viniera atrás. Primero con amparos y hasta lograr dejar obsoleto el decreto que se contraponía con la Constitución.

Alejandra Icela Martínez Rodríguez
Alejandra Icela Martínez Rodríguez

“Fue una batalla muy dura, una lucha de aproximadamente diez años en los que presidentes de la Comisión de Boxeo y Lucha iban y venían, y todos estaban cortados por la misma tijera: ‘No al boxeo femenil’. Fue una doble pelea, arriba y abajo del ring, pero valió totalmente la pena. Para mí las peleas eran fáciles, pero abajo del ring con gente de pantalón largo, sí, que era difícil, porque te enfrentas a políticos, no solamente son administradores del deporte”, recordó.

Ahora, con poco más de una década alejada del ring, y entregada a su religión, Laura voltea al pasado y asegura que solo hay una razón por la que logró abrir un espacio para las mujeres en el deporte de los puños: la gran pasión que le despierta el boxeo.

“Los hombres llegan al boxeo buscando buenas bolsas o fama, pero las mujeres, no. Todo lo que viví desde amateur hasta mi campeonato mundial fue consecuencia de ese amor”, explicó la peleadora, que subió al ring en 25 ocasiones y dejó una marca de 17 triunfos, por cinco derrotas y tres empates.

La Poeta del Ring
La Poeta del Ring

“Mi camino, que ahora es un sendero espiritual, es un sendero de lucha, y es un sendero en el que sigo con la guardia arriba”.

Aseguró que en un principio no pensó en las chicas que seguían sus pasos, pues estaba muy enfocada en seguir su sueño, pero ahora que ve el gran auge que tuvo el boxeo femenil mexicano —que coloca al país como la segunda potencia por la cantidad y calidad de peleadoras— siente un gran orgullo. Aunque reconoce que aún falta por cambiar.

“Me alegra de ver que las mujeres ya pueden ser estelaristas en las carteleras, que las mujeres ya ganan decente, que las mujeres ya tienen un papel firme, fuerte, muy en su papel, que están plenas en su desarrollo. Hay un gran avance, pero en el aspecto de económico, todavía no, pero confío en que se logrará”, finalizó.

Sobre Laura Serrano y el box:

· 1967: año de su nacimiento

· 1989: el año en que descubrió el boxeo como disciplina.

· 5 años practicó como amateur.

· 25 peleas profesionales.

· 1995: conquistó el campeonato WIBF de peso ligero.

· 2012: año en que colgó los guantes. Su última pelea fue ante Irma García.

· Sus primeras clases de boxeo fueron en la UNAM, donde estudiaba derecho.

· Debutó profesional en Las Vegas, enfrentó a la histórica Christy Martin.

· En 1947 un decreto presidencial de Miguel Alemán impedía que las mujeres entrenaran y participaran en funciones de boxeo

· Tiene un tatuaje de un girasol en la pantorrilla inspirado en la vida de Vincent Van Gogh.

· El ingeniero Pascual Ortiz Rubio fue uno de los principales detractores del boxeo femenil.

· Tiene un documental en el que narra su historia “La Poeta del ring”.

Alejandra Icela Martínez Rodríguez
Alejandra Icela Martínez Rodríguez

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Erika Montoya

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