WASHINGTON. Presionado por la necesidad electoral, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, considera la posibilidad de imponer severas restricciones a las peticiones de asilo en la frontera sur, al tiempo de balancear con una ampliación en la concesión de permisos de trabajo a indocumentados. De acuerdo con la prensa y versiones en Washington, Biden planea emitir un decreto para limitar drásticamente el número de solicitantes de asilo que pueden cruzar la frontera sur. Fuentes del Congreso indicaron que políticos y legisladores hispanos, incluso los diputados Jesús Chuy García, Adriano Espaillat y Lou Correa, proponen una medida que ampliaría los permisos de trabajo para los inmigrantes que viven en el país ilegalmente, tanto como un imperativo humanitario, si no como una ventaja política y hasta económica antes de noviembre. Según el Congreso, la llegada de migrantes ha compensado la baja de la natalidad en EU, con un impacto positivo en la economía. Pero políticamente el tema de la migración es una papa caliente, por la imagen de inseguridad y falta de controles que el expresidente Donald Trump y los republicanos atribuyen a la frontera. El Presidente se ha visto obligado a dar un giro de 180 grados respecto a su decisión inicial de cancelar las políticas de Trump y evaluar medidas parecidas a las que impuso su antecesor. "Biden usaría la autoridad de la Sección 212(f) de la Ley de Inmigración y Nacionalidad, que otorga al Presidente un amplio margen de maniobra para bloquear la entrada de ciertos inmigrantes si fuera "perjudicial" para los intereses nacionales de EU", precisó The Hill, al consignar que Trump se apoyó en esa sección. Se esperaba que el decreto fuera emitido antes del fin de abril; ahora se cree que podría terminar el 5 de Mayo, una fiesta de origen mexicano, ahora celebrada como símbolo de los hispanos estadounidenses. Defensores de derechos de los migrantes dicen que la acción sobre los permisos de trabajo beneficiaría a Biden. "Es una buena política", dijo un analista a Axios, sobre todo como acercamiento a la comunidad latina donde, según algunas encuestas, parece haber mayor inclinación hacia la candidatura de Trump.