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¿Quién desató el CAOS en Afganistán? Así fue como Biden y Trump se "unieron" para la retirada

Tras varios días de lucha y tensión tratando de sacar a todos los ciudadanos posibles, la guerra en Afganistán llegó a su fin con el retiro de las últimas tropas estadounidenses

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Tras varios días de lucha y tensión tratando de sacar a todos los ciudadanos posibles, la guerra en Afganistán llegó a su fin con el retiro de las últimas tropas estadounidenses; situación concretada por Donald Trump y Joe Biden.

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Es de suma importancia recordar que el año pasado Estados Unidos, con Donald Trump como presidente; firmó un histórico acuerdo que allanaría el camino hacia la paz en Afganistán, después de más de 18 años de conflicto armado.

El entonces secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, y líderes del Talibán asistieron a la ceremonia para la firma del acuerdo el 29 de febrero de 2020 en Doha, Qatar.

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El representante especial de EU para la reconciliación en Afganistán y el cofundador del Talibán, Mullah Abdul Ghani Baradar (AFP)

Transcurrieron los meses y el mandato del republicano Trump, terminó. Sin embargo, Biden mantuvo el compromiso que en febrero adquirió su antecesor cuyo objetivo era “intentar buscar la paz en Afganistán”; lo que implicaba la salida de las tropas extranjeras, la liberación de prisioneros talibanes y el vago compromiso del grupo de negociar con otras facciones de la vida afgana el futuro de la inestable nación.

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Tan distintos como siempre, en su momento Biden aseguró que él “no habría hecho” un acuerdo como el firmado por Donald Trump porque consideraba que no se le exigió lo suficiente a los talibanes. Sin embargo, la palabra de Estados Unidos como nación estaba en juego por lo que el demócrata anunció que se retirarían a las tropas de Afganistán; además el líder pasaría a la historia como el presidente que acabó con la guerra más larga en la que ha participado Estados Unidos.

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No obstante, la retirada no fue lo que todos esperaban, los acontecimientos se desarrollaron de una manera caótica con miles de personas agolpándose en el aeropuerto de Kabul y correteando aviones desesperadamente en su intento por salir del país tras la llegada al poder de los talibanes.

El tiempo se agotaba, Estados Unidos tenía que abandonar el país el 31 de agosto, el desenlace de la retirada derivó en la trágica muerte de 170 personas en un atentado suicida en la terminal aérea, que incluyó a 13 militares estadounidenses.

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Ataque con bomba en el aeropuerto de Kabul (AFP)

Fue el peor día en bajas para las fuerzas de ocupación en los últimos diez años de la guerra y es una cifra que quedará para siempre asociada al retiro.

Los críticos del ex presidente Trump afirman que las negociaciones de Doha se hicieron más con motivación electoral, para que así Trump pudiera cumplir con su oferta de la campaña de 2016 de acabar con las “guerras interminables”.

La guerra debía terminar pues la opinión pública lo exigía. Permanecer en Afganistán habría significado extender una guerra sin perspectivas de triunfo y rechazada por la mayoría de los ciudadanos.

Otro tema es si la reducción de tropas y la salida de las instalaciones militares en la estrategia de replegarse hasta Kabul y finalmente asegurar la única vía de salida que era el aeropuerto fue la mejor. Cabe destacar que en los últimos días de Trump como presidente este redujo a 2 mil 500 el número de uniformado destacados en el país.

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AP

Cuando se hizo evidente que era indetenible el avance del grupo Talibán, Biden ordenó un refuerzo urgente de unos 5 mil militares más para asistir en las tareas de evacuación de funcionarios y ciudadanos estadounidenses, y de afganos “vulnerables” que podrían estar en peligro con la llegada de los fundamentalistas al poder.

Es posible que la recta final de la evacuación hubiera sido más ordenada si el gobierno afgano de Ashraf Ghani y sus fuerzas armadas no hubieran colapsado.

Los errores en inteligencia, las fallas de seguridad que permitieron que miles de personas entraran por un día o dos a la pista del aeropuerto de Kabul, o el atentado que costó la vida a 180 personas, incluidos los militares estadounidenses, quedan en la trayectoria de Biden. Biden era el comandante en jefe cuando esas cosas ocurrieron, por tanto son su responsabilidad.

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