Heraldo USA > tendencias

Cancelan eutanasia de Martha Sepulveda; la latina que moriría por su voluntad

Martha al final no morirá porque ella lo decidió

11394.jpg

Compartir este artículo

Facebook
Twitter
WhatsApp
Email

Martha Sepúlveda Campo, una colombiana de 51 años, sonríe a la cámara de televisión mientras bromea con su hijo y toma una cerveza para celebrar lo que habría sido su muerte por eutanasia.

Publicidad

Sepúlveda habría sido el primer paciente sin pronóstico terminal inmediato -aquellos que se espera que vivan seis meses o menos- en recibir eutanasia en Colombia, un país considerado pionero en el derecho a una muerte digna, tanto en América Latina como a nivel mundial.

Pero el sábado, un comité del centro donde había planeado someterse a la eutanasia el domingo, el Instituto Colombiano del Dolor, revirtió la decisión, diciendo que no cumple con el requisito de ser terminal.

No estaba claro si su familia tomaría medidas para obligar a que el procedimiento continuara.

Publicidad

Quiere terminar con su dolor

Sepúlveda tiene una enfermedad degenerativa desde 2019. Con el tiempo, los síntomas han empeorado, hasta el punto en que ya no puede caminar sin ayuda. Su diagnóstico es esclerosis lateral amiotrófica, o ELA, una enfermedad del sistema nervioso que afecta la movilidad del cuerpo y se considera fatal, aunque la muerte puede llegar después de meses o años.

Publicidad

"En el estado que lo tengo, lo mejor que me puede pasar es descansar", dijo Sepúlveda en entrevista con la cadena colombiana Noticias Caracol.

Colombia fue el primer país de América Latina en despenalizar la eutanasia, en 1997, y es uno de los pocos en el mundo donde el procedimiento es legal. Pero hasta este año, solo estaba permitido en casos de enfermedad terminal.

El pasado 22 de julio, la Corte Constitucional colombiana amplió el derecho, permitiendo el procedimiento "siempre que el paciente sufra un intenso sufrimiento físico o mental por lesiones corporales o enfermedad grave e incurable", según la agencia EFE.

Cuatro días después, Sepúlveda pidió un permiso, que fue otorgado el 6 de agosto.

"Estoy más tranquila desde que se autorizó el procedimiento", dijo antes de la reversión del sábado. "Me río más, duermo con más calma".

Sus 11 hermanos habían apoyado su decisión, y su hijo había estado a su lado durante lo que ella pensó que serían sus últimos días. "Necesito a mi madre, la quiero conmigo, casi en cualquier condición, pero sé que en sus palabras ya no vive, sobrevive", dijo Federico Redondo Sepúlveda a Noticias Caracol.

Sin embargo, no todos en la familia habían apoyado el plan, principalmente por razones religiosas. "Con mi madre el tema ha sido más difícil", dijo Sepúlveda, "pero creo que en el fondo ella también lo entiende".

Su decisión enfrenta fuertes críticas, en un país con una gran mayoría de creyentes católicos romanos y donde la iglesia todavía llama a la eutanasia una "ofensa grave".

Sigue al Heraldo USA en Google News, dale CLIC AQUÍ

Temas relacionados

Publicidad

Publicidad

Publicidad