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¿Duermes con la luz encendida? Este hábito podría DAÑAR tu salud; te decimos por qué

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Dormir con la luz encendida, o incluso con una luz tenue, puede dañar tu salud. Un estudio reveló que este mal hábito eleva el nivel de azúcar en la sangre y la frecuencia cardiaca, incluso en jóvenes sanos.

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La doctora Phyllis Zee, directora del Centro de Medicina Circadiana y del Sueño de la Facultad de Medicina Feinberg de la Universidad Northwestern, y autora de dicho estudio, aseguró que la luz fuerte o tenue que se queda en la habitación donde se duerme interrumpe el sueño, a pesar de que se tengan los ojos cerrados.

La frecuencia cardiaca, que usualmente cae por la noche a medida que el cerebro está reparando y rejuveneciendo el cuerpo, se puede elevar, convirtiéndose en un factor de riesgo para futuras enfermedades cardiacas y muerte prematura.

Además, los niveles altos de azúcar en la sangre son un signo de resistencia a la insulina porque el cuerpo deja de utilizar la glucosa de manera adecuada y el páncreas se acelera. Con el tiempo, la resistencia a la insulina puede provocar diabetes tipo 2.

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¿Cómo se realizó el estudio?

Zee y su equipo eligieron a 20 personas sanas con una edad promedio de 20 años y las hicieron pasar dos noches en un laboratorio de sueño. La primera noche la pasaron en una habitación completamente oscura, conectados a varios dispositivos que monitoreaban medidas de la calidad del sueño.

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"Registramos su respiración, su frecuencia cardíaca, su electrocardiograma y también les extrajimos sangre para medir los niveles de melatonina mientras dormían (hormona que regula el ritmo circadiano del cuerpo, o el reloj corporal del sueño y la vigilia)", dijo Zee.

Durante la segunda noche, una parte aleatoria del grupo durmió completamente a oscuras mientras que la otra parte lo hizo con una luz tenue en el techo. El brillo era más o menos el equivalente a un día muy oscuro o nublado, o similar a las luces de la calle que entran a través de una ventana.

El resultado fue contundente: las personas que durmieron con la luz tenue tuvieron un déficit de sueño de ondas lentas y movimientos oculares rápidos, etapas del sueño en la que ocurre la mayor parte de la renovación celular.

Además, la frecuencia cardíaca era más alta, la resistencia a la insulina aumentó y los sistemas nerviosos simpático (pelea o evasión) y parasimpático (descanso y relajación) estaban desequilibrados, lo que se ha relacionado con una presión arterial más alta en personas sanas.

ABC

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