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"Tomé su sangre y la puse sobre mi", sobreviviente del tiroteo de Uvalde exige seguridad: VIDEO

Miah Cerrillo intervino en video ante un comité de la Cámara Baja de EU, ante el que testificaron otras víctimas del tiroteo de Uvalde

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Miah Cerrillo, una niña de 11 años que sobrevivió al tiroteo en la escuela de Uvalde, Texas, pidió este miércoles "seguridad" al Congreso y describió la pesadilla de aquel día, cuando tuvo que cubrirse con la sangre de un amigo para hacerse pasar por muerta y salvar su vida.

Cerrillo intervino en video ante un comité de la Cámara Baja de EU, ante el que testificaron otras víctimas del tiroteo de Uvalde, en el que murieron 19 alumnos y dos profesoras, así como víctimas del ataque racista en Buffalo, Nueva York que se cobró la vida de diez personas afroamericanas.

En el video, Cerrillo explicó cómo había estado viendo una película con otros estudiantes cuando una de sus profesoras recibió un correo electrónico y se precipitó a cerrar con llave la puerta de la clase, al mismo tiempo que pedía a sus alumnos que se escondieran detrás de las mochilas y de su escritorio.

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Todos se ocultaron pero Salvador Ramos, de 18 años, disparó contra la ventana de la puerta, logró entrar e inició la matanza.

El agresor, armado con un rifle de asalto AR-15, disparó en la cabeza a la profesora de Cerrillo, diciéndole "buenas noches", y luego comenzó a disparar a los estudiantes y a una pizarra de color blanco.

"Cuando fui hacia las mochilas, él disparó a mi amigo que estaba cerca de mí. Pensé que iba a volver a la clase, así que me cubrí en sangre, la esparcí sobre mí", narró Cerrillo.

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Después, fue hacia el cuerpo de la profesora y tomó su teléfono celular para llamar al número de emergencias 911.

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"Les dije que necesitaba ayuda y que enviaran a la policía dentro de la clase", recordó.

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AP

Miah sufrió una herida en la espalda causada por los fragmentos de algunas de las decenas de bala que disparó el atacante en contra de los niños. En declaraciones anteriores dijo que no entendió por qué la policía no entró más rápido a rescatarlos.

El tirador permaneció atrincherado en la escuela unos 90 minutos hasta ser neutralizado por la policía, según reconocieron las autoridades, que han recibido fuertes críticas por su lentitud a la hora de actuar.

Preguntada sobre qué quería ahora después del tiroteo, Cerrillo contestó: "Tener seguridad".

"No quiero que esto pase de nuevo", declaró Cerillo al cerrar el brutal recuento de los hechos.

No es la misma

En la sala estaba su padre, Miguel Cerrillo. Con la voz cortada por el llanto dijo que desde el tiroteo, Miah ya no es la misma. "Vine porque pude haber perdido a mi pequeña niña", aseguró. La pequeña sufre pesadillas.

Cerillo pidió que haya cambios en la ley sobre el uso de armas porque para él, "las escuelas ya no son sitios seguros".

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Miguel Cerrillo, padre de Miah Cerrillo (AP)

En la audiencia titulada 'La necesidad urgente de abordar la epidemia de violencia armada', declararon además Félix y Kimberly Rubio, los padres de Alexandria Aniyah Rubio, una de las niñas muertas en el tiroteo de Uvalde, así como el doctor Roy Guerrero, el único pediatra de ese pequeño pueblo.

Habló también la madre de Zaire Goodman, uno de los niños heridos que sobrevivió al reciente tiroteo de Buffalo.

El testimonio de todos ellos llega solo horas antes de que la Cámara de Representantes de EU, dominada por los demócratas, inicie del debate de un gran paquete legislativo con amplias medidas para limitar la posesión de armas.

En paralelo, un grupo de senadores demócratas y republicanos está negociando un proyecto de ley más moderado con provisiones para aumentar el control de antecedentes y limitar la venta de los componentes de algunas pistolas, una propuesta de mínimos sobre la que esperan llegar a un acuerdo antes de que acabe la semana.

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