¿Cuándo es el Día del Padre en México y Estados Unidos? Te contamos el origen y significado de esta fecha

Esta celebración no tiene un día fijo en el calendario

Así como mayo es el mes dedicado a las madres, los padres también tienen su fecha especial, el cual se celebra en este mes de junio.

El Día del Padre es una de los festejos más importantes para las familias de todo el mundo, en el que se honra el importante rol que tienen los papás en la vida de sus hijos. Pero, ¿cuándo se celebra en México y cuándo en Estados Unidos?

El origen y significado del Día del Padre

La idea de reconocer a los padres de familia fue hecha por primera vez por Sonora Smart, hija de Henry Jackson Smart, un veterano de la guerra civil estadounidense, quien se encargó de cuidar a sus 6 hijos luego de que falleciera su esposa al dar a luz al último de ellos.

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Al principio Smart propuso el 5 de junio, el cumpleaños de su progenitor, como la fecha para celebrar el Día del Padre, incluso su propuesta fue apoyada por el entonces presidente estadounidense Calvin Coolidge. Sin embargo, fue hasta 1966 que el presidente Lyndon Johnson hizo oficial el Día del Padre cada tercer domingo de junio. Esta misma tradición fue adoptada en México y en otras naciones.

Aún no se sabe si hay una buena razón para explicar por qué el Día del Padre se celebra el tercer domingo de junio y no en el primero o en el segundo. Lo que sí es que se eligió el domingo por ser el día más familiar en la semana.

En México, a los padres de familia también se les celebra el tercer domingo del mes de junio, cada año, desde 1960. En nuestro país fue hasta los años 50 cuando la conmemoración comenzó a ser popular, primero en las escuelas y después como un día bastante redituable para las empresas de marketing y las cadenas comerciales.

Reinvindicando la paternidad

A lo largo de la historia, el padre ha sido considerado como el jefe o cabeza de la familia, una figura cuyo rol se limitaba al de protector y proveedor, pero con pocos vínculos afectivos con sus hijos, además de su nula participación en la crianza y la convivencia con ellos.

Con frecuencia, el sistema social en el que vivimos resulta demasiado permisivo con los hombres que abandonan a su familia, así como aquellos que no cumplen con sus responsabilidades compartidas con la madre. No obstante, esta situación parece estar cambiando, pues cada vez más es notable una participación activa de los hombres en el desarrollo de sus pequeños. Ejerciendo una paternidad corresponsable y más emocional.