Una de las prendas a las que tenemos que prestar mayor atención al momento de lavar son las toallas, es importante tener cuidado que productos utilizamos para su limpieza, ya que no todo sirve. Los detergentes, suavizantes y otros productos con los que lavamos las toallas muchas veces contienen perfumes y hasta grasas que no son buenos cuando entran en contacto con la piel y el cabello, a la hora de secarlo. De acuerdo con la dermatóloga Rodney, el detergente de ropa y los suavizantes contienen ingredientes que pueden afectar la dermis y causar reacciones alérgicas para la piel sensible. Una estrategia para mantener las toallas suaves y cuidar tu piel y cabello, es sustituir el jabón o suavizante por vinagre para lavarlas. A continuación te contamos el procedimiento. ¿Cómo lavar las toallas con vinagre? Lavar las toallas correctamente es fundamental para que se eliminen todas las bacterias que comienzan a crearse después de cada uso. El vinagre blanco ha sido el aliado natural perfecto para limpiar a profundidad cualquier superficie, este producto ha servido para mejorar la salud de la piel y el cabello y, a su vez, aportar luz y brillo. En el caso de lavar las toallas, los expertos aconsejan añadir una taza de vinagre blanco junto con el detergente en el primer lavado y, si lo prefieres, puedes añadir bicarbonato en un segundo lavado, pero sin usar detergente. Paso 1: Olvídate del suavizante Paso 2: Lava tus toallas separadas Paso 3: Fórmula mágica: Pon un poco de bicarbonato en el cajetín del jabón. Así contribuyes a blanquear el tejido, eliminando manchas. Además quitarás los olores que puedan haber acumulado tus toallas. También pon vinagre en el cajetín del suavizante hasta la señal de máximo y lava. Lavar las toallas con agua caliente (superior a 60 grados) eliminará todas las bacterias y los malos olores, pero lavarlas con agua fría hará que queden más suaves. Por esto te recomendamos alternar la temperatura en cada lavada para que las toallas y paños se mantengan tan limpios como suaves. Cabe destacar que los expertos recomiendan lavar las toallas al menos una vez a la semana y no deben ser compartidas entre los miembros de la familia.