Luego de que te contamos que el hambre mundial aumentó en 2021 y empeorará por la guerra en Ucrania, la historia de un niño brasileño de 11 años que llamó desesperado a la policía para informar que en su casa no había “nada para comer” le dio la vuelta al mundo.

Miguel conmovió a todo Brasil el miércoles pasado tras comunicarse con el servicio de emergencias. Durante tres días, su madre apenas había podido ofrecerle a él y a sus hermanos harina de maíz y agua.

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El interlocutor envió una unidad móvil a su casa en Santa Luzia, en los suburbios de Belo Horizonte (sudeste, estado de Minas Gerais).

Los agentes pensaron que podía tratarse de un caso de negligencia. Pero al llegar a la precaria vivienda se encontraron con una historia, por desgracia cada vez más habitual: la de una madre que lucha por alimentar a su familia mientras los precios de los alimentos suben y los ingresos disminuyen.

La solidaridad brasileña

La madre de Miguel, Celia Arquimino Barros, de 46 años vive con seis hijos en el barrio de Sao Cosme. Le contó ante la cadena brasileña TV Globo que está desempleada y vive de hacer trabajos esporádicos.

Celia informó a las autoridades que ella y sus hijos no habían comprado alimentos durante casi tres semanas.

Tras atender la llamada de Miguel, la policía fue al supermercado y regresaron con una carga de alimentos, incluidas donaciones del dueño de la tienda.

Tras hacerse viral la historia de este niño de 11 años, los paquetes de comida no caben en los estantes. Las donaciones de alimentos y dinero han llegado desde todo Brasil de fuera.

Brasil apareció en la última edición del "Mapa del hambre" de Naciones Unidas, un registro del que había salido en 2014, con el 28,9% de la población viviendo en "inseguridad alimentaria moderada o grave".

Un estudio de la Fundación Getúlio Vargas realizado en junio de 2022 mostró que el 30% de los brasileños vive en la pobreza (con menos de 5,50 dólares diarios), frente al 24% en 2014.

De cara a las elecciones presidenciales de octubre, los principales candidatos, el presidente de ultraderecha Jair Bolsonaro y el expresidente de izquierda Luiz Inacio Lula da Silva, se responsabilizan mutuamente de la situación del país.

Apenas en diciembre, surgió la historia de un niño que buscaba un árbol de navidad en un basurero brasileño.

mva