Como quitar la GRASA de los sartenes con sal en menos de 1 minuto

Conforme el uso, los sartenes van perdiendo su antiadherencia y acumulan grasa en exceso, la cual se queda pegada y es bastante difícil de quitar solo lavándolos de forma regular con agua y jabón. No obstante, te puedes apoyar de métodos caseros para eliminarla y que no vuelva a aparecer, el más funcional es el uso de sal de mesa.

La grasa de la comida se pega al entrar en contacto con la superficie del sartén, debido a que este es poroso y alcanza a atrapar las partículas. Esto impide que se pueda lavar de forma correcta y también poco a poco le va quitando la antiadherencia. Mantener tus utensilios de cocina en perfecto estado puede parecer una tarea imposible, pero en realidad, no lo es, ya que, si tiene remedio.

Una forma segura y eficaz para quitar la grasa de tus sartenes es hacerlo con remedios caseros como el que te compartimos hoy, el cual está hecho solo a base de sal, que ayudará a contrastar las manchas y malos olores; también incluye vinagre blanco, que, a menudo es utilizado como método de desinfección y quita grasa.

¿Cómo se quita la grasa de las sartenes?

Para quitar la grasa de los sartenes solo vas a necesitar dos cucharadas de sal de mesa, media taza de vinagre blanco y medio litro de agua. Primero asegúrate de limpiar los excesos de comida de tu sartén. Luego, pon a calentar el agua junto con los otros dos ingredientes; cuando haya hervido apaga el fuego; desecha el líquido; y deja que se enfríe por completo. Después lávalo con agua tibia y con jabón líquido. Repite el procedimiento si lo consideras apropiado, aunque no será necesario.

De esta sencilla forma conseguirás que tus sartenes estén siempre como nuevo. Lo mejor es que si lo utilizas una vez, es muy probable que no lo necesites volver a hacer. Como ves es muy fácil de hacer, no lleva mucho tiempo y, lo mejor, es que la comida no se le pegará más ni los malos olores. Si te funcionó comparte tu secreto con tus allegados.

Otros tips que puedes aplicar es nunca lavar o echarle agua fría a tu sartén, porque esta acción tan simple y sin saña contribuye a que pierda la adherencia; también evita calentar la comida luego de sacarla del refrigerador o la nevera, lo ideal será esperar a que se temple; y por último no lavarlo con fibra de metal para evitar que se raye.