Cómo hacer un BONSÁI, la técnica japonesa para crear tu propio árbol viviente para el interior

Practicar esta técnica no es nada sencillo, pero con paciencia podrás lograrlo

¿Sabias que bonsái no es un árbol? La palabra “bonsái” en realidad es una técnica japonesa, la cual consta en darle forma a un árbol de casi cualquier especie. Es una técnica que llama mucho la atención debido a la paciencia, tiempo y disciplina para conseguir un árbol viviente bonito. Si es algo que te interesa practicar, te compartimos el proceso completo para hacerlo.

Los árboles hechos bonsái se diferencian de los demás debido a que modelan para sean más chichos o “chaparros” que uno de la misma especie que no ha sido modificado, ello para que aparenten tener más años de lo que en realidad tienen; se podan para que queden de forma triangular y que las ramas queden separadas.

De seguro has visto un bonsái en alguna casa o invernadero, ya que, no pueden pasar desapercibidos por lo llamativos que son. Para conseguir uno tienes dos opciones: comprarlo o hacerlo por ti mismo. Si eliges la segunda opción será más tardado, pero definitivamente es un proceso bastante satisfactorio que te recomendamos experimentar.

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¿Qué materiales se necesita para hacer un bonsái?

1 árbol de interior
2 metros de alambre grueso (de aluminio o cobre)
2 metros de alambre delgado (de aluminio o cobre)
Pinzas para cortar cable
Una maceta
Sustrato
Musgo (opcional)

¿Cuál es el proceso para hacer un bonsái? | Paso a paso

Hacer un árbol bonsái no es una tarea nada sencilla, porque tienes que esperar largos lapsos para conseguir buenos resultados. Lo primero que debes de hacer es elegir un árbol joven que te gusta y que sea apto para el lugar donde lo quieres poner, es decir, de interiores o exteriores. Algunos de interior que puedes elegir serían olivo y ficus; mientras que de exteriores podrían ser pino, olivo, azalea o enebro.

Paso a paso:

Elige tu árbol que tenga el tallo y las ramas delgadas para que se pueda moldear
Con unas pinzas o tijeras corta las ramas y hojas que estén secas o amarillas
Corta ramas que estén muy juntas o que su crecimiento esté dirigido hacía la misma dirección
También retira la punta del árbol, alrededor de unos 10 a 15 cm
Enrolla todo el tallo con el alambre grueso, pero que no quede apretado porque no podrá crecer de forma correcta
Moldea el tallo en formas curvas dándole la forma que desees
Enrolla las ramas con el alambre delgado sin que quede muy apretado
Moldea las ramas con cuidado en dirección hacía abajo y afuera. Ninguna rama debe quedar junta ni en la misma dirección
Pásalo a la maceta que elegiste y añade el sustrato
Por último, añade poco musgo como decoración, aunque no es necesario. No debe cubrir todo el sustrato ni tocar el tallo