La mascarilla casera a base de miel y yogurt para lucir una piel de porcelana en otoño

En temporada de otoño es común que la piel del rostro se deshidrate con más facilidad debido al clima frío que comienza a anunciar la llegada del invierno. Debido a las bajas temperaturas la piel se desgasta y pierde humedad, así que debemos buscar alternativas que nos ayuden a retener la hidratación natural de nuestra piel. Aunque en el mercado existen muchas cremas hidratantes y diferentes alternativas cosméticas para hidratar la piel, podemos recurrir también a recetas naturales.

Hoy te compartimos una mascarilla casera que puedes preparar a base de miel y yogurt, esta mascarilla además de sencilla y fácil de preparar provee a la piel de nutrientes suficientes para afrontar las inclemencias del tiempo durante el otoño. Si has notado que tu piel está seca o que tienes que hidratarla más de una vez al día prepara esta mascarilla, que además de reparar la piel de tu rostro la dejará suave y tersa.

Los ingredientes de esta mascarilla son 100% naturales y además de hidratar tu piel la limpiarán de forma muy sutil. La miel, con su efecto des inflamatorio reparará cualquier daño en tu piel y el yogurt la nutrirá para que permanezca hidratada por mucho más tiempo. Para preparar esta mascarilla necesitas: ½ taza de miel, ¼ de taza de yogurt natural, unas gotitas de jabón neutro, agua tibia, una toalla limpia y crema hidratante.

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De esta forma puedes preparar la mascarilla casera con miel y yogurt

En un recipiente vacía la miel y poco a poco añade el yogurt, ve mezclando ambos ingredientes. Cuando la mezcla esté perfectamente emulsionada con ayuda de las yemas de tus dedos o con una brocha unta la mascarilla en tu rostro de manera uniforme, si lo deseas también puedes aplicar un poco de la mezcla en tu cuello. Una vez que termines de aplicarla tomate un tiempo para relajarte, esta mascarilla debe reposar en tu piel de 15 a 20 minutos.

Cuando este tiempo transcurra retira a mascarilla con agua tibia y da una ligera lavada a tu piel con las gotitas de jabón neutro, únicamente para retirar cualquier residuo de miel. Después seca gentilmente con la toalla, sin frotar de manera brusca tu rostro, Cuando la piel ya no tenga exceso de agua unta un poco de crema hidratante. En seguida notarás lo reparada que queda la piel. Puedes aplicar esta mascarilla en tu rostro dos veces por semana o cuando sientas que tu piel lo requiere.