Así puedes PURIFICAR tu casa y alejar las malas energías con agua y sal de mar

Todas las energías que recibes de la calle, los lugares donde estás y la gente con que convives la llevas a tu casa contigo y esto es muy malo para ti, porque todo ello va a influir de forma negativa en tu vida, pues, muchas veces son energías de envidia, frustración. Para alejarlas de tu hogar existen algunos métodos fáciles de hacer como el que te presentamos hoy, para el que vas a necesitar solo de agua y sal de mar. Si quieres saber cómo hacerlo paso a paso, te invitamos a seguir leyendo esta nota de Heraldo USA. ¡Toma nota!

¿Te está yendo mal en el trabajo?, ¿te sientes mal siempre sin saber por qué? Esto puede ser porque estás rodeada de malas energías, que es lo que no te deja avanzar y ser tú totalmente. Para evitar que estas te afecten hay algunos tips que te podemos compartir, lo principal sería que te alejes de las personas o los ambientes que no te hagan bien, pero, por ejemplo, si son personas de tu trabajo y no quieres renunciar, lo ideal sería que lleves contigo amuletos y prendas inciensos siempre que puedas.

Por otro lado, también podrías optar por purificar tu hogar regularmente, y si es diario es mejor. ¿No sabes cómo? Con cambios muy sencillos en tu rutina de todos los días lo logras, algunas acciones que puedes comenzar a hacer es prender un incienso todos los días, pero lo debes de intensionar; mantén tu hogar limpio y ordenado para que la energía fluya y no se estanque; eliminar ropa, muebles o cosas que ya no uses o ya no sean útiles porque estén rotas o en mal estado ayudará a renovar la energía de tu hogar y que se vaya todo lo malo. El tip final es poner en práctica este remedio casero de agua con sal de mar, que te compartimos a continuación.

¿Cómo limpiar las energías malas del hogar y que se alejen?

Ingredientes y materiales:

• Agua
• Sal de mar
• Recipiente con rociador

Paso a paso:

• Hierve medio litro de agua con tres cucharadas de sal de mar
• Mezcla hasta que se haya deshecho los granos de sal
• Retira del fuego y deja que se enfríe
• Ya frío viértelo en el rociador y pulveriza las cuatro esquinas de tu casa
• Esto lo puedes hacer también en tu recámara o cualquier otro cuarto
• Al final puedes limpiar la superficie con un trapo o solo dejarlo así, ya que, no dejará mancha