Amaterasu: ¿Qué se sabe del RAYO intergaláctico que impactó a la Tierra y cómo afecta tu salud?

De acuerdo con estudios científicos, un rayo intergaláctico ha impactado en el planeta Tierra, el cual fue nombrado por el nombre ‘Amatrerasu’ en honor a la diosa del Sol, se prevé que la presencia de este afecte la salud de los humanos debido a la radiación de este. A lo largo de esta nota de Heraldo USA, te explicamos todos los efectos que este tienen en la salud, así como todo lo que han descubierto los estudiosos.

La información del descubrimiento fue publicada recientemente en la revista Science, en la cual revelan que fue gracias al proyecto llamado Telescope Array que se pudieron dar cuenta de que un rayo cósmico de energía ultraalta (UHECR), este proyecto se lleva a cabo en el desierto de Utah. La energía que este tiene es de 244 electronvoltios (EeV) que ya es comparado como uno de los más intensos en la historia, el último detectado se remonta a hace más de 30 años con una carga de 320 EeV que fue nombrado ‘Oh-My-God’.

¿Qué son los rayos cósmicos? De acuerdo con la Organización Internacional de Energía Atómica (IAEA), los rayos cósmicos son una energía altamente concentrada de materia, los cuales viven en el espacio y viajan casi a la velocidad de la luz sin dirección particular, pero que en algún punto pueden llegar a chocar con la superficie de los planetas o los astros del universo. Hasta el momento, no saben cómo se originó ni de dónde procedió. “Podrían ser defectos en la estructura del espacio-tiempo, cuerdas cósmicas en colisión. Es un verdadero misterio”, escribió el autor del artículo original, John Belz.

¿Qué efectos tienen los rayos cósmicos en la salud?

Con la llegada de este rayo cósmico llamado ‘Amatrerasu’, la IAEA advierte que la radiación no puede llegarnos a causar daños importantes en la salud, ya que, al entrar en contacto con el campo magnético de la Tierra, esta rebota la energía a tal grado que no logran penetrar, no obstante, en caso de que llegaran a hacerlo no tienen mayor efecto, pues, llegan en poca cantidad y los humanos ya estamos acostumbrados a estar en contacto con diferentes tipos de radiación como la solar o la emitidita por rayos X, por ejemplo